El famoso Carnaval de Río de Janeiro quedó formalmente abierto ayer por la tarde con la entrega de las llaves de la ciudad por parte del alcalde César Maia al denominado «Rey Momo», símbolo tradicional de la máxima festividad local.
Durante el acto celebrado en una jornada de lluvia torrencial ante unas 500 personas en el recinto bautizado Ciudad del Samba, área céntrico-portuaria de Río de Janeiro, Maia entregó las llaves para que el Rey Momo diera su «bendición» e inaugurara el Carnaval.
Alex Oliveira Silva, un moreno delgado sin la tradicional imagen «gordinflona» de los antiguos «Momos», recibió por décimo año consecutivo la batuta de comando de la fiesta. El acto también debía rendir homenaje a los 200 años de la llegada de la Corte portuguesa al país.
Maia dijo que ahora la «administración» de la ciudad quedaba en manos del «Momo» y destacó: «cuando uno imagina que ya no hay posibilidades de alcanzar novedades, llegan las escolas de samba con desfiles cada vez más bonitos e innovadores».
El Momo estuvo acompañado como siempre por tres beldades: Ketula Rocha Mello, la Reina, y dos princesas del Carnaval. Luego posaron para las fotos y convocaron a todos a entrar en el clima de alegría carnavalera.
Las autoridades esperan a unos 705 mil turistas para las fiestas, que van desde el viernes hasta ayer con 9 mil policías movilizados para garantizar su seguridad.
El epicentro será el famoso Sambódromo, con su pasarela de 900m, en donde domingo y lunes desfilarán las 12 principales escuelas de samba ante 50 mil espectadores cada noche.