Revolución Agraria


Apoyo. Campesinos bolivianos realizan una marcha en La Paz, en apoyo a la Reforma Agraria propulsada por Evo Morales, presidente de Bolivia.

El presidente boliviano Evo Morales puso en marcha su revolución agraria con la aprobación a última hora del martes de una ley que busca liquidar el latifundio ocioso y distribuir comunitariamente la tierra entre campesinos pobres, aunque enfrenta la amenaza de una huelga nacional el viernes.


Morales promulgó la noche del martes las modificaciones a la ley de tierras -trabada durante diez dí­as en el Senado por la mayorí­a opositora-, luego que sorpresivamente tres legisladores opositores ayudaran al oficialismo a formar quórum.

«Ahora termina el latifundio en Bolivia. Tenemos el instrumento para acabar con los terratenientes del oriente», sostuvo Morales, primer gobernante indí­gena en 181 años de vida republicana, al promulgar la norma ante cientos de originarios del altiplano, llanos y valles orientales que llegaron al palacio de Gobierno.

Con quenas y zampoñas, instrumentos nativos tí­picos, los indí­genas que marcharon a la ciudad de La Paz desde varios departamentos (provincias) del paí­s, festejaron en las afueras de la casona presidencial, con bailes y cantos.

El gobernante izquierdista, que en la madrugada del miércoles partió a la cumbre sur-sur de Nigeria y luego a Cuba firmó la nueva legislación, en medio de malestar en sectores polí­ticos de derecha y organizaciones civiles y empresariales, especialmente de Santa Cruz, rica región agroindustrial, motor del desarrollo boliviano, cuyas élites se oponen al mandatario.

Ocho organizaciones cí­vicas dieron un ultimátum a Morales, que los citó a negociar la noche de este miércoles los puntos de desencuentro, y amenazaron con una huelga en sus regiones este viernes si el gobierno no revisa sus polí­ticas en la Asamblea Constituyente, frena la ya aprobada ley de tierras y retira una propuesta de fiscalización a gobernadores.

Cinco de estos, los de Santa Cruz, Cochabamba, Tarija, Beni y Pando, todos alineados a la derechista formación polí­tica Podemos, la mayor fuerza de oposición, del ex presidente Jorge Quiroga, respaldaron las medidas de las organizaciones civiles.

La oposición exige a Morales revisar su decisión de imponer la mayorí­a del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Constituyente y que las decisiones de esta asamblea se adopten por dos tercios y no por mayorí­a de la mitad más uno, como impone el oficialismo.

La modalidad de la mayorí­a absoluta -excepto el texto final por dos tercios y algunos puntos sustanciales- fue refrendada también la noche del miércoles en Sucre (sudeste), sede de la Constituyente, por la mayorí­a oficialista en medio de altercados.

Encabezada por Podemos, la oposición rechaza la hegemoní­a del MAS con huelgas de hambre, que el miércoles involucraban a cerca de casi 100 mujeres en la ciudad de Santa Cruz y a 10 asambleí­stas constituyentes en Sucre, y presiona para que la nueva Carta Magna sea aprobada por dos tercios de los 255 votos en la Asamblea.

El empresario de centroderecha Samuel Doria Medina, que mantuvo un ayuno de 13 dí­as fue retirado la noche del martes por debilitamiento masivo, mientras otros 200 correligionarios de su partido, la Unidad Nacional, mantienen la medida.

Con la aprobación de la nueva legislación «se destruye la seguridad jurí­dica, que es la base de la producción nacional», deploró el dirigente Carlos Quaino, de la Confederación Agropecuaria, en la primera reacción empresarial a la medida.

En la votación en el Senado también se refrendaron 44 nuevos contratos petroleros, producto de la nacionalización de los hidrocarburos.