Revisan número de desaparecidos


Rescatistas remueven el lodo de un carro para poder recuperar un cuerpo que pereció en los deslaves en Madeira. FOTO LA HORA: AFP GREGORIO CUNHA

El gobierno de la isla portuguesa de Madeira revisó a la baja hoy el número de desaparecidos en las lluvias torrenciales del sábado, mientras la población se esforzaba por volver a la vida normal tres dí­as después de la catástrofe que causó al menos 42 muertos.


El número de personas desaparecidas en las lluvias torrenciales del sábado disminuyó a 13 personas en lugar de 32 el lunes, según las autoridades regionales.

La portavoz del gobierno regional, Conceií§ao Estudante, indicó que 19 personas fueron localizadas. «No habí­an desaparecido, sino que se habí­an desplazado y sus allegados no lograban localizarlos», declaró Estudante durante una rueda de prensa en la sede del gobierno regional en Funchal.

Ante las preguntas de los periodistas, la portavoz desmintió nuevamente que se hubieran encontrado más cadáveres el lunes, sobre todo en Funchal, donde el alcalde, Miguel Albuquerque, habí­a señalado el descubrimiento de seis cadáveres durante la tarde, llevando el balance a 29 muertos únicamente en ese distrito.

El lunes al anochecer, el presidente del gobierno regional, Alberto Joao Jardim, manifestó pocas esperanzas de encontrar los cadáveres de los desaparecidos, que según él podrí­an haber sido «arrastrados al mar», donde será «muy difí­cil hallarlos».

«Temo un incremento dramático del número de muertos», declaró Jardim a la televisión, mientras el balance oficial de la catástrofe seguí­a siendo oficialmente de 42 decesos confirmados.

Toda la noche, los servicios de socorro continuaron bombeando los estacionamientos subterráneos de tres centros comerciales de Funchal, donde automovilistas podrí­an haber quedado atrapados por los torrentes de agua y lodo que invadieron la parte baja de la ciudad el sábado de mañana.

Habí­a gran preocupación por el centro comercial de Anadia, donde testigos interrogados confirmaron haber visto a personas arrastradas por la fuerza de la corriente que se hundieron en el estacionamiento cuando el rí­o Joao Gomes se desbordó.

Después de dos dí­as de bombeo, sólo el primer nivel de ese estacionamiento subterráneo habí­a sido limpiado. El martes, a las 08H00 hora local y GMT, las operaciones estaban suspendidas, constató el enviado especial. Por su parte, el canal de televisión Sic mencionó una «averí­a» de la enorme bomba que ya extrajo toneladas de agua y lodo.

Durante la noche, submarinistas de la marina nacional trataron de localizar eventuales ví­ctimas, pero «no se ha encontrado ningún cadáver», dijo una fuente del gobierno regional.

Nuevos refuerzos militares fueron enviados el lunes al anochecer de Lisboa a bordo de un avión C-130.

En el centro de la ciudad, las topadoras y las excavadoras continuaban extrayendo las toneladas de escombros que bloquean muchas calles, sobre todo alrededor del mercado principal, que sigue cerrado. La maquinaria pesada también se esfuerza en desatascar los tres rí­os que atraviesan la ciudad, sacando grandes bloques de piedras.

Según fuentes oficiales, la circulación de vehí­culos será totalmente restablecida en la ciudad «dentro de dos o tres dí­as».

En las colinas de Funchal, donde numerosas viviendas fueron arrastradas por los deslizamientos de terreno, el agua sigue cortada en varios barrios, y el aprovisionamiento de agua es realizado mediante camiones-cisterna.

Según el gobierno regional, la prioridad es el restablecimiento de los servicios básicos, pues varias comunas no tienen agua ni electricidad, sobre todo en el centro y el sur de la isla.

Por ahora, toda evaluación de los daños es considerada «prematura» por las autoridades regionales, que excluyeron decretar el «estado de catástrofe», por temor a sus efectos nefastos sobre el turismo, la principal fuente de ingresos del archipiélago.