Revelaciones del lenguaje.


Indudablemente el lenguaje revela aspectos sociales e individuales; polí­ticos y psicológicos de quienes lo usamos.

Milton Alfredo Torres Valenzuela

Por esa razón, las inferencias que se pueden extraer de dichos usos, maneras o giros (particulares o colectivos) son reveladoras y sintomáticas. Pensemos, por ejemplo, en lo pomposo, pedante, extremadamente protocolario y hueco lenguaje o jerga de los abogados; o en el directo, frí­volo y sarcástico de los médicos; o en el golpeado y rústico de los agrónomos (con la salvedad de las generalizaciones). Y qué decir del lenguaje de los mareros que cuando se abren verbalmente a los reporteros de los medios de comunicación siempre recalcan y hacen énfasis en expresiones como: «Â¿Me entendés?», «Â¿Me entendés?» Los profesores universitarios con su «definitivamente», como si sus enunciados o juicios fueran los últimos y absolutos; los comentaristas de futbol y jugadores del mismo deporte con su muletilla: «y…bueno», «y?bueno».

Algunas veces nos hastí­an, sobre todo por la mañana, los presentadores de los programas matutinos de televisión, que, a la vez que no saben qué hacer con sus manos (nunca las dejan tranquilas, como si hubieran recibido la consigna de darles uso, aún cuando no sea necesario), nos recuerdan impertinentemente que debemos empezar el dí­a: «con mucha energí­a» y con «mucho entusiasmo». Algunos hasta se atreven a suplicarnos que: «debemos ser felices» que nos: «esforcemos por ser felices». Frases absurdas, cuanto y más que sólo reflejan la angustia de quienes creen influir en la idiosincrasia y formas de ser de los guatemaltecos con la sola enunciación verbal de sus oní­ricos deseos y frustraciones.

Pero hay una expresión, patética por quienes más la utilizan: «Mire, la verdad es que?»; o bien «Mire, sinceramente le digo?» propia especialmente de los mal llamados polí­ticos y mejor llamados «politiqueros» de nuestro paí­s. ¿Acaso no es sintomático que recalquen esa frasecita a diestra y siniestra cada vez que se les pide declaraciones en torno a temas de su profesión, pero especialmente cuando se trata de aspectos de su vida o de su carrera profesional, es decir de los señalamientos públicos que constantemente se les hace, o de los clavos que cometen en el Congreso o en sus cí­rculos privados y familiares?

Esto revela, más que otras actitudes, la forma de ser de quienes así­ se expresan.