Las negociaciones de Bangkok, donde los delegados del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (IPCC) trabajan intensamente desde el lunes pasado, habrán permitido que países como China, Brasil e India intenten hacerse oír y ejercer su influencia.
Los delegados del IPCC trabajan a puerta cerrada sobre los medios para luchar contra el cambio climático y con el objeto de superar sus divergencias y llegar a un resumen o síntesis en sus conclusiones para mañana.
El documento que afinan los expertos es un «resumen destinado a los que deciden», una síntesis en unas 20 páginas de sus informes sobre «las medidas para atenuar» el calentamiento climático en curso, los que constituyen el tercer capítulo del cuarto informe de evaluación del IPCC.
La cita, en la que participan unos 400 científicos y diplomáticos del mundo entero, ha permitido que los gobiernos representados adelanten gran número de comentarios destinados a enmendar el proyecto del resumen final.
La Unión Europea reafirmó el martes su compromiso de reducir en forma significativa las emisiones de gases de efecto invernadero, en tanto que Estados Unidos y China siguen rechazando límites demasiado exigentes.
«Queremos limitar el cambio climático, dado que afecta nuestra economía y a la sociedad», declaró Tom van Ierland, un experto europeo que subrayó que para la comunidad internacional «actuar nos beneficia mutuamente a largo plazo».
La UE (27 países miembros), responsable del 14% de las emisiones globales de gases con efecto de invernadero, se comprometió a reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 20% antes de 2020.
Durante la cumbre anual EEUU-UE del lunes, el presidente estadounidense George W. Bush, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de una acción «urgente» en este terreno.
Pero no llegaron a un entendimiento sobre las cuotas de emisión de gases con efecto invernadero que defienden los europeos y que rechaza la administración Bush en nombre de los intereses de las empresas norteamericanas.
En Bangkok, un alto funcionario de la cancillería china, Sun Guoshun, declaró a la AFP que la cita «no debe sólo representar la opinión de los países desarrollados, sino también la de las naciones en vías de desarrollo».
China presentó una enmienda que precisa que si los países que tienen un índice elevado de emisiones «por habitante» no reducen de modo significativo sus emisiones, será difícil lograr avances importantes en la lucha por la atenuación de los GEI.
«China está muy presente y está vigilante, desconfía de todo lo que puede hacer pensar que es fácil reducir las emisiones de GEI», declaró Renaud Crassous, un delegado francés que participa en los trabajos de Bangkok.
«China quiere desarrollarse, tiene una economía basada en el uso de energías fósiles, tiene grandes reservas de carbón y quiere seguir su camino», dijo.
Brasil, India y China, apodados los «Bric», «tratan de que recaiga en los paises industrializados la responsabilidad histórica de la emisión de gases con efecto invernadero para desentenderse de sus propias emisiones y protegerse así contra toda discusión», explicó otro delegado occidental.
Pero no sólo los «Bric» actúan, ya que los países más pobres, que son también los más amenazados por el cambio climático, también quieren hacer escuchar su voz y no dejarse desbordar por las naciones industrializadas.
«Los países en desarrollo no son la causa de las emisiones que han provocado el cambio climático, pero al parecer serán los que pagarán las consecuencias», declaró a la AFP el delegado de Ruanda, Didace Musoni.
«Mi opinión es tan importante como las otras, tenemos necesidad de todos para resolver este problema que nos amenaza a todos», subrayó.
El IPCC advirtió en abril que con el recalentamiento climático iban a aumentar las sequías, inundaciones y otros fenómenos climáticos extremos, que amenazarán a millones de personas en el mundo, en particular a los más pobres.
Los expertos consideran que es posible luchar contra el calentamiento climático utilizando las tecnologías disponibles para controlar el aumento de las emisiones de gas con efecto invernadero, siempre que los Estados inviertan suficientemente en la materia.
Una de las soluciones presentadas por los expertos mundiales del clima en Bangkok sería enterrar el dióxido de carbono emitido por las grandes instalaciones industriales para evitar que se expanda en la atmósfera, pero se trata de una tecnología que todavía no ha demostrado su eficacia.
Se trataría de captar el CO2 emitido por las centrales térmicas tradicionales y las fábricas de cemento, transportarlo y enterrarlo en antiguos yacimientos de petróleo o de carbón, o en el fondo de los océanos.
Otras ideas también se barajan, y se critican. Así, cualquier referencia a la energía nuclear será mal recibida por las organizaciones ecologistas, indicaron algunos delegados. «Esa no es una opción» en la lucha contra el cambio climático, advirtió Abigail Gay Jabines, de Greenpeace.