El miércoles «se tuvo una reunión con los representante del G-16, ellos querían conocer aspectos de los avances que se han hecho en el Congreso de las propuestas del Acuerdo de San José, del presidente de Costa Rica, Oscar Arias», afirmó el diputado Donaldo Reyes, del Partido Nacional (PN, derecha).
Reyes declaró asimismo al diario La Tribuna que «se puede sacar algo positivo como que éste es el primer contacto con la representación del G-16 después del 28 de junio cuando se dio la sucesión presidencial».
La comunidad internacional no reconoce al gobierno de facto de Roberto Micheletti, que asumió el 28 de junio tras el derrocamiento de Manuel Zelaya, y tampoco acepta el calificativo de «sucesión presidencial» para llamar al golpe de Estado, por lo que sus diplomáticos no se reúnen con los funcionarios del régimen de facto.
Reyes dijo que entre los participantes en el encuentro con los diputados estuvieron el agregado de asuntos políticos de la embajada de Estados Unidos, Gregg Morrison; el embajador de Canadá, Neil Reeder, acompañado del consejero y jefe de Cooperación, Willow Winaker, y la primera secretaria, Valencia Valladares; así como la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Rebeca Arias.
Además de Reyes, en el encuentro estuvieron los diputados del PN Antonio Rivera y Rodolfo Irías, y del Partido Liberal (PL, también de derecha, al que pertenecen Zelaya y Micheletti), Emilio Cabrera, entre otros.
«Era importante para nosotros esa reunión para que se escuchara nuestra posición porque hasta ahora no se nos ha escuchado por la comunidad internacional», destacó Reyes, quien admitió que los delegados del G-16 pidieron que la reunión que se llevó a cabo en el Palacio Legislativo fuera «reservada».
La propuesta de Arias, que contempla el retorno de Zelaya al poder, no ha sido aceptada por el régimen de Micheletti, mientras que el depuesto mandatario ha dado por fracasadas estas gestiones.
El gobierno de facto hondureño, con el apoyo de Estados Unidos, desea ir «apagando» el rechazo que suscitó el golpe contra el presidente Manuel Zelaya para que pase el tiempo y se llegue a las elecciones de noviembre, opinó este miércoles el mandatario venezolano Hugo Chávez.
«Poco a poco el imperio yanqui y los golpistas quieren que la cosa se vaya apagando (…) Pero en Honduras no se ha enfriado. Hay un pueblo en la calle», dijo Chávez a un grupo de periodistas.
«Pasan los días, pasan los meses y llegan las elecciones de noviembre. Por eso hemos dicho que no reconoceremos al gobierno que salga de esas elecciones (hondureñas). Ojalá la OEA (Organización de Estados Americanos) tomara la misma posición», agregó.
Zelaya fue derrocado el 28 de junio y llevado por militares a Costa Rica, mientras en Tegucigalpa ocupaba el poder Roberto Micheletti, designado por el Congreso. Desde entonces, Zelaya busca la manera de retornar a su país.