Reunión para gravar y regular finanzas en plena crisis griega


Los ministros de finanzas y banqueros centrales de los paí­ses ricos y emergentes del G20 están reunidos este viernes en Washington para debatir proyectos de regulación del sector financiero, en plena crisis griega que podrí­a extenderse a otros paí­ses de la eurozona.


La reunión, en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI), se inició a las 09H40 (13H40 GMT) y en su transcurso los representantes de las potencias económicas harán un balance sobre la coyuntura económica, antes de los encuentros de primavera del FMI y del Banco Mundial durante el fin de semana.

Antes de reunirse, se informó que Grecia pidió la aplicación del plan de ayuda financiera de la Unión Europea (UE) y del FMI, para permitir al paí­s enfrentar la crisis presupuestaria en la cual está sumida.

Por su parte, la Casa Blanca anunció que apoya la solicitud de Grecia para responder a sus acreedores.

«Apoyamos la solicitud de activación» del plan, dijo el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.

Grecia, cuya deuda asciende a unos 300.000 millones de euros (125% del PIB, 400.000 millones de dólares), tendrá que reembolsar 30.000 millones de euros (45.000 millones de dólares) este año.

Las negociaciones también girarán en torno a la finanzas, sector en el que se originó la crisis económica de la cual están saliendo los paí­ses, con mayor o menor velocidad dependiendo de la región.

Entre Europa y Estados Unidos surgieron divergencias sobre algunas medidas de regulación, pese a un aparente acuerdo sobre la idea de vigilar y gravar los bancos.

El FMI entregó a los gobiernos su informe sobre el proyecto de gravación de la finanza.

La BBC divulgó una versión del documento en el que se proponen dos tipos de impuestos: uno aplicado a cada institución financiera, en función de sus activos y en particular de los elementos riesgosos, y otro, sobre los ingresos y las ganancias de dichas instituciones.

«Estamos convencidos de que el sistema fiscal puede contribuir a reducir la probabilidad de futuras crisis, además de la regulación, por supuesto», explicó el jueves el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.

El FMI insistió varias veces ante el G20 para que este gravamen fuera coordinado, a fin de impedir que los bancos puedan evitarlo eligiendo el paí­s en el cual les convenga instalarse.

Otro elemento sobre el que el FMI reclama armoní­a es el de la regulación financiera.

«Hay muchas áreas, sobre las agencias calificadoras, las transacciones privadas, los fondos especulativos, y otros problemas, en los que lo que se anunció o ya se implementó, por Estados Unidos, los europeos, los japoneses u otros, es simplemente incoherente», declaró el jueves Strauss-Kahn en rueda de prensa en Washington.

Sobre estos temas, todaví­a no hay consenso.

Canadá, que este año preside el G7 y copreside junto con Corea del Sur el G20, informó que no se siente obligado de revolucionar su sistema de regulación y que se opone a la idea de aplicar impuestos.

«Canadá no seguirá el camino de la regulación excesiva, arbitraria o punitiva de su sector financiero», declaró el miércoles el ministro de Finanzas Jim Flaherty, según quien el sistema financiero canadiense «no tiene por qué soportar los costos de rescate de instituciones financieras de otros paí­ses».

Los europeos ven sus bancos amenazados por el proyecto de reforma en discusión en el Senado estadounidense, que afectarí­a sus filiales en Wall Street.

Washington teme por su parte que los proyectos para enmarcar la actividad de fondos de especulación en la Unión Europea impida que los fondos estadounidenses accedan a los mercados de la UE.

El G20 agrupa los paí­ses del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) y otras de las principales economí­as del mundo (Sudáfrica, Arabia Saudí­, Argentina, Australia, Brasil. China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Rusia y Turquí­a), así­ como la UE.

Una cumbe de jefes de Estado y de gobierno está agendada para junio en Toronto (Canadá).