El partido comunista en el poder en Corea del Norte se reunirá el 28 de septiembre en Pyongyang, por primera vez desde hace décadas, para elegir una nueva dirección y, según los analistas, poner en marcha la sucesión de Kim Jong-Il, que probablemente asumirá su hijo menor.
«La conferencia del Partido de los Trabajadores de Corea para elegir su órgano directivo supremo tendrá lugar en Pyongyang el 28 de septiembre», afirmó el martes la agencia oficial norcoreana, que calificó esta reunión de «histórica».
Este encuentro debió celebrarse al comienzo de septiembre pero fue aplazado varias veces, lo que dio pie a una oleada de especulaciones de los expertos sobre este país, uno de los más herméticos del mundo.
Se tratará de la primera reunión oficial del partido desde 1966, aunque los responsables de la formación se reunieron en 1980 para confirmar a Kim Jong-Il como heredero de su padre, Kim Il-Sung.
Kim Jong-Il, de 68 años, padeció un ataque cerebral en agosto de 2008 y, según parece, también sufre de problemas renales y de diabetes.
Sus achaques lo movieron, en opinión de los analistas, a acelerar los preparativos de su sucesión.
La conferencia del partido dejará los puestos claves en las manos de personas del entorno del joven Kim Jung-Un, es decir el cuñado Jang Song-Thaek, prevén los analistas.
Por el momento Kim Jung-Un permanecería en la sombra en un país que deberá afrontar nuevas penurias alimentarias tras las inundaciones de este verano (boreal), todo ello con una economía en la ruina.
Podría obtener un puesto oficial en la jerarquía. Su padre no le dejaría el puesto hasta su muerte.
Se sabe poco de Kim Jong-Un, cuya única fotografía conocida se remonta a hace más de diez años. Según los servicios secretos surcoreanos, el joven nació en 1983 de la unión entre Kim Jong-Il y su tercera esposa, una bailarina de origen japonés que falleció de un cáncer. Estudió en Suiza, donde se aficionó mucho al baloncesto.
En un régimen donde el culto a la personalidad es exponencial, el aparato de propaganda no se ha demorado en preparar el advenimiento del menor de los Kim, a quien ya denominan con el título de «joven capitán» o «joven general».
La visita a finales de agosto de Kim Jong-Il a China, acompañado por Kim Jong-Un, fue interpretada por varios analistas como un viaje para preparar la sucesión.
Durante un encuentro con el presidente chino Hu Jintao, Kim recalcó la necesidad de prepararse para la «generación ascendente». China es uno de los pocos apoyos de Pyongyang en el mundo.
Es en su territorio donde se desarrollan las negociaciones multilaterales (China, las dos Coreas, Japón, Rusia y Estados Unidos) para que el régimen comunista norcoreano renuncie a sus planes atómicos a cambio de una importante ayuda energética. Estas conversaciones están suspendidas desde abril de 2009, cuando Pyongyang se retiró de ellas dando un portazo.