Reunión con testigo clave


Testimonio. Ana Cruz (C), la mesera que habrí­a servido al ex espí­a ruso Alexander Litvinenko en el restaurante donde supuestamente se habrí­a envenenado, se encamina a conversar con Mario Scaramella (I), académico italiano que investiga el caso.

Investigadores británicos que viajaron a Moscú para dilucidar la muerte del ex espí­a ruso Alexander Litvinenko se reunirán hoy con un testigo clave, Andrei Lugonov, pero la prensa rusa advierte que el misterio no será resuelto fácilmente.


Lugovoi, ex miembro de la KGB y de la guardia de seguridad presidencial, dijo a la agencia Itar-Tass que habí­a recibido el visto bueno de los médicos para reunirse con los agentes de la sección antiterrorista de Scotland Yard que llegaron a Moscú el lunes.

He sido informado oficialmente de que mi encuentro con los investigadores de Scotland Yard tendrá lugar este miércoles, con la participación de los responsables de la Fiscalí­a general rusa, declaró Lugovoi.

Lugovoi ha sido sometido a exámenes médicos para detectar radiación porque es una de las personas que se reunieron con Litvinenko en Londres el 1 de noviembre, dí­a en que éste cayó enfermo tras ser envenenado con la sustancia altamente radiactiva polonio 210, a raí­z de lo cual murió el 23 de noviembre.

Los diarios rusos señalan que agentes británicos están interesados en Lugovoi porque los aviones en los cuales voló hacia y desde Londres estaban contaminados con radiación, así­ como las habitaciones de dos hoteles de Londres donde se alojó.

Lugovoi clama su inocencia y dice que es objeto de un complot.

Un portavoz de la embajada británica en Moscú confirmó que la investigación continúa, pero los diarios rusos advirtieron que las posibilidades de éxito de los detectives son nimias, dado que los fiscales rusos han limitado su margen de acción.

Uno tiene la impresión de que es poco probable que la visita realmente los ayude a acercarse a resolver el secreto de la muerte de Alexander Litvinenko, dijo el diario Vremya Novostei, al destacar que los británicos sólo pueden reunirse con ciudadanos rusos con el permiso de los fiscales.

En un artí­culo titulado La policí­a británica se enfrenta a formalidades jurí­dicas, el diario Gazeta estimó que por ahora, todo se halla detenido en la etapa de las formalidades.

Aunque este encuentro tenga lugar y los ingleses confirmen más aún sus sospechas, no hay posibilidades de que Scotland Yard se apodere de Lugovoi, opinó Gazeta, en referencia a las leyes rusas sobre la extradición de sus ciudadanos.