Reunión con fondo de crisis polí­tica y colonización


El primer ministro israelí­ Ehud Olmert y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, se reúnen hoy en un ambiente tenso por la grave crisis polí­tica en Israel y el anuncio de nuevas construcciones en los barrios de colonización judí­os en Jerusalén este.


Este encuentro -el primero desde el 5 de mayo- comenzará alrededor de las seis y media de la mañana (hora de Guatemala), en la residencia oficial de Olmert en Jerusalén.

El mismo tendrá lugar pocas horas antes de la partida de Olmert hacia Estados Unidos, principal patrocinador de las negociaciones israelo-palestinas reanudadas en noviembre pasado en Annapolis, que teóricamente deberí­an desembocar en un acuerdo de paz antes de fin de año.

Sin embargo, la probabilidad de ese acuerdo parece cada vez más remota, en momentos en que Olmert se encuentra bajo fortí­simas presiones para renunciar, por las sospechas que pesan sobre él en un nuevo caso de corrupción.

Israel irritó por otro lado a los palestinos al anunciar ayer la próxima construcción de 884 viviendas en Jerusalén este ocupada. La colonización es uno de los principales obstáculos de estas negociaciones.

«El encuentro estará centrado fundamentalmente en la colonización, que amenaza destruir el proceso de paz», declaró a la radio oficial palestina el negociador palestino Yasser Abed Rabbo.

Rabbo acusó a Israel de tratar, mediante sus proyectos de colonización, de «dividir en trozos» los territorios palestinos, «en cantones aislados controlados por retenes, eliminando cualquier posibilidad de crear un Estado palestino independiente».

El responsable palestino sostuvo además que la crisis polí­tica en Israel «no debe servir de pretexto» para congelar el proceso de paz.

Por su parte, el Hamas, que controla la franja de Gaza, afirmó que esta reunión es «una farsa». En un comunicado, el Movimiento de Resistencia Islámica palestino (cuyo acrónimo en árabe es Hamas), acusó a Abas de «dar una legitimidad» a la colonización judí­a al reunirse con el primer ministro israelí­ un dí­a después del anuncio de nuevos proyectos en Jerusalén.

El portavoz de Olmert, Mark Regev, dijo ayer que las nuevas construcciones «no contradicen de ninguna manera el proceso de paz, pues estaban previstas en los barrios judí­os de Jerusalén, que formarán parte de Israel en cualquier acuerdo de paz».

Israel desea conservar bajo su control los grandes bloques de asentamientos en Cisjordania y los barrios judí­os de Jerusalén, mediante intercambios territoriales, en el marco de un acuerdo permanente negociado con los palestinos.

Pocas horas después de su encuentro con Abas, Olmert viajará a Washington, donde será recibido por el presidente George W. Bush.

El gobierno de Bush, que trata de obtener con el proceso de paz israelo-palestino un éxito diplomático para mejorar su imagen desprestigiada en Oriente Medio por la guerra contra Irak, trató de minimizar el impacto de la crisis polí­tica en Israel sobre las negociaciones.

«Naturalmente que hay altibajos en este proceso. Ya ha sucedido desde la conferencia de Annapolis», afirmó el jueves pasado el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey.

«Nosotros queremos impulsar el proceso de paz y continuaremos haciéndolo», agregó.