Retumbo de tumbas


Madre del Amor Hermoso, Refugio de Pecadores, Consuelo Aflictorum, estas exclamaciones siempre vienen a mi mente desde niña, en recuerdo de las oraciones en la capilla de los conventos en que me he criado, tanto en España como en Francia. Y es ahora leyendo elPeriódico, de fecha 12 de abril de 2007, en la crónica tan atinada de Sylvia Gereda Valenzuela, que vuelvo a repetirlas encomendándome a Dios Nuestro Señor y recordando a mis abuelos Enrique Arzú Romá y Marí­a Cobos Batres, padres José Mariano, de Sara, de Enrique, de Marí­a, de Roberto y de Emilio, que falleció de niño, todos ellos fallecieron y están enterrados en el Cementerio General de Guatemala.

Marí­a Arzú

Asumo que en estos momentos sus TUMBAS retumban y retumban al enterarse de que un descendiente de esta insigne familia, católica, apostólica y romana, de gran linaje, por lo menos eso han presumido, conste que yo soy más Castillo del pueblo y para el pueblo. Recuerdo que cuando me divorcié se escandalizaron y bramaron contra mí­.

Sin embargo, ahora deben de estremecerse, andarán como fantasmas cuchicheando para ver qué podrán hacer ante esta polí­tica absurda de mi primo ílvaro, que creyendo en peligro de muerte su partido EL UNIONISMO, se acoge de un evangélico, Harold Caballeros, un desconocido polí­ticamente, sin carisma alguno, eso sí­ pensamos que está bien de monedas, pero tú Caballero del Alto Sombrero, vas a vender a tu sobrino Fritz Garcí­a-Gallont, por 30 monedas como hizo JUDAS? No crees primo que uniéndote a Caballeros y gastando plata en los medios escritos y oí­dos con una ideologí­a totalmente diferente estás dividiendo a nuestro paí­s.

Seamos justos y reconozcamos que el partido UNIONISMO no lo INVENTASTE, ni fundaste tú querido primo, fue nuestra abuela Mami, nuestro tí­o Manuel Cobos Batres, mi tí­o abuelo don José Azmitia, cuñado de mi abuelo don Mariano Castillo Córdova, Jorge Garcí­a Granados y otra pléyada de dignos y valientes señores que al frente de nuestra bandera desafiaron al tirano Estrada Cabrera hasta que CAYí“ como papaya madura.