Retoman combates en Lí­bano


Operativo. Trojas del Ejército libanés se encaminan al campo de refugiados Nahr al-Bared.

Los combates se reanudaron hoy entre el ejército libanés y los extremistas de Fatah al Islam atrincherados en el campo de refugiados palestinos de Nahr Al Bared, en el norte de Lí­bano, y cercados por los militares desde hace 13 dí­as.


Las tropas bombardearon a golpe de cañón y mortero las posiciones del grupo extremista en la entrada norte del campo, dejando columnas de humo visibles desde la distancia, según un corresponsal sobre el terreno.

Varios edificios utilizados por los militantes como fortificación para disparar contra el ejército fueron alcanzados de pleno.

Más de una decena de tanques del ejército se encuentran desplegados al norte del campo donde se concentran los combates, cuya intensidad parecí­a disminuir a media jornada.

Un comando, cubierto por la artillerí­a, pudo adentrarse varios centenares de metros en el campo, indicaron oficiales en el terreno a la prensa, pese a que el portavoz del ejército rehusó corroborar esta información.

Los combatientes de Fatah al Islam abrieron fuego a las 07:00 locales en dirección a las posiciones del ejército y a la carretera circundante que lleva a Trí­poli, principal ciudad del norte de Lí­bano, en la frontera con Siria. La ví­a quedó intransitable.

«Las tropas respondieron a los disparos con precisión, con cañonazos de tanques y obuses de mortero, en un acto de legí­tima defensa, y tratando de no alcanzar a civiles», explicó el portavoz del ejército.

El vocero desmintió asimismo las informaciones de prensa que apuntaban a un enví­o de refuerzos alrededor de Nahr al Bared con el fin de asaltar el campo.

Dos helicópteros de combate de fabricación francesa ofrecidos por los Emiratos írabes Unidos fueron vistos en estos últimos dí­as sobrevolando la región a baja altitud.

Más allá del enfrentamiento por la fuerza, la mediación de un grupo de religiosos cercanos al movimiento islamista palestino Hamas para tratar de hallar una salida a la crisis resultó hasta el momento infructuosa.

El jueves, un soldado falleció a manos de francotiradores, mientras que la ví­spera otros tres habí­an resultado levemente heridos por la acción enemiga.

Un total de 35 militares y al menos 33 miembros de Fatah al Islam perdieron la vida desde el inicio de los enfrentamientos, el 20 de mayo.

El grupúsculo islamista rechaza entregar a los responsables de la muerte de 27 militares el 20 de mayo, cerca de Nahr al Bared, pese a que el gobierno y el ejército exigen la rendición de todos los implicados.

Por otra parte, el representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Lí­bano, Abas Ziki, declaró el viernes tras una reunión con el primer ministro, Fuad Siniora, que «se tomarán medidas concretas para poner fin a esta toma de rehenes en el campo».

Varios miles de refugiados palestinos huyeron del campo, que contaba con alrededor 31.000 personas, aprovechando una frágil tregua declarada el 22 de mayo.

Unos 5.000 refugiados permanecen en el recinto, según un nuevo balance de la Agencia de la ONU para la Ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Los enfrentamientos se reanudaron en momentos en que el paí­s se encuentra profundamente dividido tras la decisión de la ONU el miércoles pasado de crear un tribunal para juzgar a los asesinos del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, muerto en un atentado en 2005 en Beirut.

El jefe de la mayorí­a parlamentaria antisiria, Saad Hariri, hijo del ex dirigente, tendió la mano a la oposición (prosiria) al abogar por un diálogo «sin condiciones previas» para formar un gobierno de unión.

13 dí­as de combates cumplen hoy los refugiados palestinos en Lí­bano, cercados por elementos del Ejército.