Guatemala busca comprometerse a prevenir y reducir la propagación del VIH en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas 2011, que tiene lugar del 8 al 10 de junio en Nueva York. Para Guatemala es prioridad avanzar hacia nuevos programas de tratamiento integral para el VIH y la implementación de la Iniciativa Eliminación de la Transmisión Materno-Infantil del VIH y de la Sí­filis Congénita.

Transcurridos treinta años desde el comienzo de la epidemia de Sida, los Estados Miembros de Naciones Unidas se volverán a reunir para estudiar los progresos alcanzados y los desafí­os, tal como lo hicieron en 2001. Se espera que se apruebe una nueva Declaración que reafirmará los compromisos asumidos en el presente y un conjunto de acciones que contribuirán a guiar y a sostener la respuesta mundial al SIDA.

Las delegaciones de los paí­ses están conformadas por Jefes de Estado y de Gobierno y Vicepresidentes. El vicepresidente Rafael Espada encabeza la  delegación guatemalteca en la que también participará Silvia Palma, viceministra de Salud Pública y Asistencia Social y dos representantes de la sociedad civil.

En Guatemala, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) promueven la generación de nuevos tratamiento para el VIH bajo ejes prioritarios, entre ellos: optimización de los regí­menes de medicamentos y reducción de los costos, promoción del acceso universal a la prevención, el tratamiento y la atención; y el fortalecimiento de las comunidades de personas que viven con el VIH y poblaciones en mas alto riesgo.

La realidad del paí­s refleja que las personas que viven con VIH y las comunidades de la diversidad sexual que son las más afectadas por la epidemia continúan siendo objeto de discriminación y violaciones de sus derechos humanos. Según el “Primer informe nacional sobre la situación de los derechos humanos de las personas con VIH y poblaciones en más alto riesgo”, durante 2009 y 2010 se registraron 25 denuncias de las poblaciones de la diversidad sexual y trans, sobre agresiones fí­sicas, incluso desapariciones de personas.

El apoyo al más alto nivel llega en un momento decisivo en la respuesta al SIDA, donde más personas están viviendo con el VIH pero la cooperación internacional se está reduciendo. Esta reunión constituye una oportunidad mundial única para que los asociados se reúnan e impulsen el programa del sida hacia adelante.

Las nuevas evidencias demuestran que se están consiguiendo avances en reducir las infecciones, la discriminación y las muertes relacionadas con el SIDA por medio del acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo a relacionados con el VIH.