Retirada de tropas renovarí­a relación con Bagdad


FOTO LA HORA: AHMAD AL-RUBAYE

La tropa militar de los Estados Unidos espera su retirada de Irak para  2011.» title=»FOTO LA HORA: AHMAD AL-RUBAYE

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<p>La retirada de tropas estadounidenses de las ciudades iraquí­es la semana próxima será una prueba para Washington, que quiere transformar en diplomático su ví­nculo básicamente militar con Bagdad, pese a temer la influencia de extremistas y de Irán en las guerras internas de Irak.</p>
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La fecha lí­mite para la retirada militar de Irak fue una de las prioridades del presidente Barack Obama, apenas asumió al frente de la Casa Blanca el 20 de enero.

Obama dijo este viernes que los informes desde Irak son «positivos» pese a la escalada de violencia registrada a pocos dí­as del repliegue de las zonas urbanas iraquí­es.

«Siempre que explota una bomba en Irak, nos preocupa», dijo Obama en rueda de prensa. Pero el embajador en Bagdad, Chris Hill, y el jefe de las tropas en Irak, general Ray Odierno, «siguen siendo globalmente positivos sobre las grandes lí­neas (de la estrategia militar) en Irak», agregó.

Los analistas coinciden en que la retirada militar de las ciudades será menos espectacular de lo que se podrí­a pensar, ya que todaví­a podrán intervenir en zonas urbanas en caso de que así­ lo soliciten las fuerzas de seguridad iraquí­es.

Pero también admiten que la operación, que tendrá lugar en medio de una escalada de la violencia antichií­ta, será una especie de examen previo al total repliegue militar estadounidense de Irak.

«Es un examen muy importante», estimó Noah Feldman, profesor de la Universidad de Harvard. «No sólo para los servicios de seguridad iraquí­es, sino también para saber si la situación polí­tica se estabilizó», dijo.

«El equilibrio de los poderes en su conjunto será sometido a prueba», añadió Feldman, quien participó en la redacción de la constitución iraquí­.

Obama, que se manifestó insatisfecho con la situación en Irak, pese a que la seguridad ha mejorado, dijo el viernes que el gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki debe reforzar sus fuerzas de seguridad.

«También deberá aceptar una negociación polí­tica para las elecciones nacionales», enfatizó el mandatario. «No he visto el avance polí­tico que me gustarí­a ver en Irak», agregó con respecto al diálogo entre sunitas, chií­tas y kurdos, las tres principales colectividades en que se dividen los cerca de 30 millones de iraquí­es.

En un informe al general Odierno, el experto Anthony Cordesman subrayó que Estados Unidos «aún no ganó en Irak y sigue enfrentado a riesgos graves», como por ejemplo las divisiones entre árabes y kurdos, y entre musulmanes chií­tas y sunitas. Y sugirió aumentar la ayuda económica para Irak.

«Nuestro objetivo deberí­a ser crear un Irak completamente independiente y seguro a la vez. Eso significa crear una suerte de sociedad estratégica capaz de contener a Irán sin provocarlo», enfatizó el experto.

El Pentágono reconoce que el riesgo es real, pero asegura que puede ser contenido. «Evidentemente aquí­, y en la región, está esa inquietud de que nuestra retirada cree un vací­o que Irán podrí­a llenar», admitió un alto dirigente del Departamento de Defensa norteamericano.

«Pero hay dos remedios para eso», añadió la fuente que pidió el anonimato. «El primero es el nacionalismo iraquí­. El segundo deberí­an ser los vecinos de Irak que tampoco quieren ver a Irán ocupar ese vací­o», aseguró.

Las ceremonias de retirada tendrán lugar el lunes y el gobierno iraquí­ ha declarado fiesta nacional el martes, fecha oficial del repliegue estadounidense de zonas urbanas, donde sólo permanecerán algunas fuerzas de entrenamiento y asesoramiento. La gran mayorí­a de los 131.000 efectivos actuales quedarán acantonadas en sus bases fuera de las ciudades.

Además del traspaso de la mayorí­a de sus bases, Estados Unidos completará la entrega de sus 8.500 vehí­culos militares Humvee a las fuerzas iraquí­es, y liberará o trasferirá a custodia iraquí­ a unos 11.000 detenidos.

Bagdad y Washington firmaron en noviembre de 2008 un acuerdo que fija el año 2011 como plazo para la completa retirada estadounidense de Irak.