El atacante de la selección de Holanda, Robin van Persie, soñaba con ser el máximo artillero del Mundial-2010, pero por ahora es la gran decepción en el campo neerlandés, como Fernando Torres en España, y representa un enigma para la final del domingo en Johannesburgo.
Brillante en los partidos de preparación con cuatro goles y tres asistencias frente a México, Ghana y Hungría, el delantero del Arsenal parecía haber encontrado el ritmo y el sentido del gol tras una temporada aquejado por las lesiones y una ausencia en los terrenos de juego desde diciembre a abril.
La confirmación jamás llegó. Salvo un gol contra Camerún en fase de grupos en Sudáfrica-2010, el punta nacido en Rotterdam, de 26 años, ha tenido un desempeño discreto en el campo, aunque ha hecho hablar de él fuera del terreno.
Sustituido en el minuto 80 en los octavos de final contra Eslovaquia por Klaas-Jan Huntelaar, Van Persie se la tomó con su seleccionador Bert van Marwijk lanzando un pensamiento profundo dentro suyo: «No me tienes que sacar a mí sino a Wesley Sneijder».
Una reacción que el propio jugador luego calificó de «estúpida» y que podría haber generado un conflicto interno si no fuera por el sentido común de Sneijder, que lo excusó.
Pero esa reacción en realidad fue testimonio de su disconformidad, sobre todo consigo mismo.
A lo largo de Sudáfrica-2010 Van Persie ha multiplicado sus malas elecciones en cada balón que recibía, sin poder hacer olvidar al temible goleador Ruud van Nistelrooy.
Al ex PSV le cuesta jugar de espaldas al arco, como hacía casi naturalmente Van Nistelrooy.
A dos días de la final del Mundial, es demasiado tarde para que Van Marwijk cambie sus planes, pues su reemplazante natural, el «Cazador» Huntelaar, también ha tenido una temporada difícil con el Milan, por lo que el DT holandés probablemente mantenga a Van Persie, el gran enigma de Holanda en la final.
El técnico y Sneijder tuvieron charlas permanentes con el atacante Robin van Persie sobre la posición que debe ocupar el punta del Arsenal, al que por lo visto se le pidió abandonar el espacio de punta para liberarlo y dar aire a los extremos Dirk Kuyt y Arjen Robben.
Durante un partidillo entre titulares y suplentes, Van Marwijk confirmó su base clásica con un dispositivo 4-2-3-1: Stekelenburg – Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst – Van Bommel, De Jong – Robben, Sneijder, Kuyt – Van Persie.
También se probó una fórmula con Klaas-Jan Huntelaar en punta, Van Persie por izquierda (en detrimento de Kuyt).