Las reliquias de monseñores Penados del Barrio y Gerardi fueron inhumados en Catedral Metropolitana, de donde salieron en procesión por los alrededores de la referida iglesia.
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Posteriormente por razones pastorales, los restos de ambos fueron llevados de vuelta a la Catedral, para ser inhumados en la Capilla de San Sebastián, donde también se encuentra retablo y una imagen en el altar en honor al mártir del mismo nombre.
Erróneamente había trascendido la información que los restos serían trasladados a la parroquia de San Sebastián, en la zona 1 capitalina, pero luego esto fue aclarado.
Monseñor Gerardi Conedera fue asesinado a golpes hace 15 años, dos días después de presentar su informe de la Memoria Histórica REMHI, «Guatemala, Nunca Más», en la Iglesia San Sebastián, que tenía a su cargo y en donde residía.
Para la Conferencia Episcopal de Guatemala el mensaje de Monseñor Gerardi sigue siendo actual: “La paz sigue siendo el anhelo más fuerte que brota del corazón de los guatemaltecos”, pues se debe conocer la verdad para sanar las heridas del pasado y sentar las bases del perdón y la reconciliación.
Para la CEG este hecho invita a reflexionar sobre el profundo significado de su ejemplo como pastor entregado al servicio de los pobres, testigo de la verdad y defensor de la dignificación de las víctimas de la violencia.