Con relación a nuestro editorial del pasado lunes, en el que señalamos la represalia económica del gobierno hacia La Hora luego de las críticas formuladas por este medio en forma directa y frontal al Presidente de la República por el tema del usufructo de Puerto Quetzal, el periodista Francisco Cuevas, Secretario de Comunicación Social de la Presidencia, se comunicó con la dirección del diario para explicar que el gobierno no tiene una política de represalia hacia La Hora y que ni el presidente Pérez Molina ni la Vicepresidenta le han dado instrucciones a él para suprimir la pauta o para dejar de publicar aquí los anuncios que se han publicado en otros medios.
Atribuyó a problemas burocráticos en su dependencia esas decisiones que, según dijo, no respondían a ninguna orden superior o a decisión alguna para aplicar represalias económicas en contra de este medio. El mismo martes enviaron un anuncio oficial, mismo que ya fue publicado.
Queremos reiterar que La Hora no está solicitando anuncios al gobierno ni es costumbre de la Dirección del medio llamar a los altos funcionarios para que nos tomen en cuenta porque sabemos que esa práctica es común en casos en los que se emplea a manera de chantaje. Si no dan anuncio se ataca y critica, pero si fluye la pauta cambia la actitud. Así como los gobiernos han usado las pautas para premiar a unos medios y castigar a otros, es cierto que hay medios que voluntariamente se colocan en la posición de dosificar sus posturas, según el tamaño de los presupuestos de publicidad que se les asignan.
Tan inmoral nos parece que un gobierno use los recursos públicos para condicionar la política informativa de los medios como que éstos usen su política informativa para condicionar negociaciones comerciales de pauta publicitaria. En La Hora tenemos una larga tradición contraria a esas prácticas que nos parecen indecentes y por ello decíamos que a lo largo de 92 años hemos sufrido muchas veces el castigo de gobiernos, al punto de que hubo presidentes que llamaron a anunciantes particulares para decirles que considerarían enemigo del gobierno a quien anunciara con nosotros, sin que jamás hayamos tomado postura de veleta para cambiar nuestra posición y línea editorial para no perder anuncios.
Creemos, eso sí, que el tema del uso de la pauta publicitaria como premio o como castigo a los medios de comunicación es algo de interés público porque son recursos provenientes de los impuestos los que se usan con tales fines. Por nuestra parte reiteramos que esta no sería ni la primera ni seguramente la última vez que enfrentamos una situación de ese tipo y que en los ocho años que nos faltan para cumplir el centenario de fundación de La Hora y en los años por venir, no cambiará nuestra actitud.
Minutero:
El dinero se esfumó
pero Meyer se libró;
la sonrisa del vejete
es la moña del paquete