Resistencia a derogar ley


Un grupo de ex militares salvadoreños protestan por San Salvador.

Una ley de amnistí­a que en 1993 perdonó las atrocidades cometidas en la guerra civil salvadoreña (1980-1992) sigue generando polémica en El Salvador, donde el Estado se resiste a derogarla como exigen la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y organismos humanitarios del paí­s.


«El Estado sigue resistiéndose a derogar la amnistí­a. Nosotros consideramos que la amnistí­a fue una decisión polí­tica inconsulta aprobada por aquellos grupos que hicieron la guerra y que no consideraron a las ví­ctimas de los graves delitos», declaró el director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), Benjamí­n Cuellar, a la AFP.

El espinoso tema de la amnistí­a general salió a flote luego que representantes del Estado salvadoreño y de la iglesia católica comparecieron el 10 de octubre en Washington ante la CIDH para abordar el grado de cumplimiento de las recomendaciones que emitió sobre el caso del asesinato del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, cometido el 24 de marzo de 1980.

El Estado salvadoreño habí­a sido condenado por la CIDH por no haber investigado el caso -que conmovió a la opinión pública nacional e internacional- y recibió tres recomendaciones.

En una de sus recomendaciones la CIDH exigí­a al Estado salvadoreño «adecuar su legislación interna a la Convención Americana, a fin de dejar sin efecto la ley de Amnistí­a General».