Rescate en Mesoamérica


Desastres. Un grupo de indí­genas miskistos de Nicaragua reciben asistencia, luego de que su comunidad se inundara.

Nicaragua y México lanzaron este jueves importantes operaciones de rescate después del paso de dos huracanes que provocaron más de 47 muertos, decenas de desaparecidos, decenas de miles de damnificados y dejaron enormes daños materiales.


En Centroamérica, donde todaví­a se mantiene el alerta máxima ante la posibilidad de inundaciones y deslaves, el huracán Félix dejó al menos 38 muertos, 120 desaparecidos y 50.000 damnificados.

«Son 38 los muertos», dijo a una radio local el director del Sistema Nacional de Prevención y Mitigación para el Desastre, Ramón Arnesto Soza, y agregó que este balance «tiende a subir».

Soza indicó además que «unas 120 personas originarias de los Cayos Miskitos, al este de Puerto Cabezas (en la Región Autónoma del Atlántico Norte, RAAN) que al momento de la evacuación decidieron quedarse están desaparecidas».

Esta paupérrima región del nordeste nicaragí¼ense fue la más afectada por la furia del huracán Felix, que a su llegada tuvo una intensidad de 5 en la escala de Saffir Simpson, la máxima categorí­a, con ráfagas de vientos de hasta 300 km/hora.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) entregó al gobierno nicaragí¼ense 4,5 toneladas de ví­veres para alimentar a 890 personas por 10 dí­as, a lo cual se sumó una donación de ayuda humanitaria enviada por el gobierno de Honduras.

Miles de hondureños estaban siendo evacuados el miércoles del Valle del Sula, la región agrí­cola e industrial más próspera del paí­s, ante el inminente desbordamiento de los caudalosos rí­os Ulúa y Chamelecón.

Efectivos del ejército, la Cruz Roja y comités de la defensa civil trataban de persuadir a los habitantes de casi una veintena de comunidades y caserí­os de que abandonaran sus hogares y evitar que la crecida de los rí­os pueda cobrar ví­ctimas.

En un recorrido por las riberas del Ulúa y el Chamelecón realizado por periodistas de la AFP se podí­a observar a decenas de familias abandonando sus viviendas, en medio de una intensa lluvia.

Las autoridades de Guatemala decretaron en tanto alerta roja en el municipio de Izabal, 295 km al noreste de la capital, sobre el Caribe, debido a las lluvias que ya ocasionaron inundaciones y dejaron más de 850 evacuados.

En El Salvador, el presidente Elí­as Antonio Saca anunció que se bajó la alerta de naranja a amarilla en todo el paí­s ante la tendencia a una mejorí­a de las condiciones del clima, aunque se mantendrá la vigilancia ante eventuales emergencias que generen las lluvias.

Las lluvias lanzadas por Felix empezaron a sentirse incluso en el estado mexicano de Chiapas (sureste), por lo que protección civil inició la evacuación de 800 personas en el municipio de Tapachula.

¿Y México?

Y México también enfrenta las consecuencias del huracán Henriette. Ese ciclón golpeó el sur de la pení­nsula mexicana de Baja California y las costas del noroeste del paí­s al internarse entre los estados de Sonora y Sinaloa, donde el martes dejó al menos dos muertos y un desaparecido, que se suman a otros siete fallecidos durante el fin de semana.

Ya convertido en depresión tropical, el meteoro desató lluvias que mantienen a esa región mexicana en «alerta preventiva», según el informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En su último reporte, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense, calculó que Henriette llevarí­a sus lluvias incluso al suroeste de Estados Unidos, que se mueve hacia el norte-noreste a unos 25 km/h, con vientos inferiores a los 55 km/h, y que probablemente se disipe en las próximas 24 horas.

El huracán dejó al menos dos hombres muertos y uno desaparecido en la turí­stica localidad de Guaymas.

Henriette sorprendió a los habitantes de Guaymas, donde no son habituales este tipo de fenómenos meteorológicos, por lo que existe escaso aprestamiento e infraestructura para afrontarlos.

Los dos muertos en Sonora se suman a otros siete que el fin de semana pasado fueron ví­ctimas de deslizamientos de rocas y lodo provocados por las intensas lluvias de Henriette -que en ese entonces era tormenta tropical- en los estados de Guerrero (sur) y Chiapas (sureste).

En Guaymas aproximadamente 5.000 personas fueron evacuadas.

En Baja California Sur el meteoro dejó un saldo de 13.000 damnificados, reportaron autoridades de Protección Civil.

Félix en cifras

38 muertos

120 desaparecidos

50,000 damnificados

Por el paso de Félix en Centroamérica