Siete niños que oscilan entre los 11 y 13 años fueron liberados de explotación laboral por la Unidad contra la Trata de Personas de la Policía Nacional Civil (PNC), a inmediaciones de la Universidad de San Carlos.
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Según la información, las denuncias de explotación laboral fueron conocidas en diciembre del año pasado por la Defensoría de Personas Víctimas de Trata de la Procuraduría de los Derechos Humanos.
Las víctimas eran niños y niñas originarios de Totonicapán y Quiché, que fueron trasladados a la capital con el consentimiento de sus padres, según las investigaciones policiales.
Sandra Gularte, de la PDH, explicó que hoy fueron rescatados siete niños –cuatro niños y tres niñas–, cuando vendían dulces.
Por aparte, las fuerzas de seguridad indicaron que tres de los siete menores rescatados son hermanos, originarios de Totonicapán.
“ESCLAVITUD”
Las pesquisas indican que los niños estaban en “esclavitud”, debido a que todos los días eran utilizados para vender diversos productos, en horarios extenuantes.
Madrugaban desde las 05:00 horas para arribar temprano al centro de estudios superiores y regresaban a la residencia donde dormían a las 21:30 horas aproximadamente.
Los alimentos que ingerían era un pan que adquirían en las carretas que se instalan a inmediaciones de la universidad, así como una bolsa de agua.
Cada víctima vendía entre Q500 a Q800 que eran entregado a su tratante. Hasta el momento no se sabe cuánto dinero recibían de remuneración los padres de los niños.
Las diligencias policiales continuaban hasta este mediodía, para procesar a los implicados en estos actos.
REDES LOCALES
Gularte dijo que se ha identificado que la explotación laboral es una de las 14 modalidades de trata de personas en Guatemala y que se gesta principalmente en un entorno local, es decir las personas que explotan a los niños pertenecen a “redes locales”, que conocen las condiciones de los menores de edad y convencen a los padres de familia para traerlos a la capital guatemalteca.
El perfil de los menores es que son hermanos mayores, de núcleos familiares amplios, abandonan la escuela y se incorporan a actividades laborales que, incluso, ponen en riesgo su integridad.
El 10 de octubre del año pasado, la PNC liberó a 42 personas –entre ellas 31 menores de edad-, que eran explotadas laboralmente en tortillerías de San Miguel Petapa. Las jornadas laborales iniciaban a las 03:00 horas y concluían a las once de la noche; recibían un salario de aproximadamente Q800.
En esa ocasión fueron detenidas cuatro personas, dos de ellas argumentaron desconocer que cometían un acto ilegal al “emplear” a las jóvenes, sin embargo, en las condiciones en las que laboraban las afectadas, se tipifica como “delito”, de acuerdo con el Decreto 9-2009 de la Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas.