Requisito indispensable


Ahora que se habla de la necesidad de una reforma fiscal para fortalecer los ingresos del Estado y permitir la inversión pública, creemos que es momento de plantear una exigencia indispensable, un requisito ineludible, previo al debate de una propuesta de ese tipo en el Congreso de la República. Sin la devolución de los 82 millones de quetzales, el Congreso no tiene autoridad moral para pretender que los ciudadanos paguen más impuestos.


Así­ de simple y sencillo, puesto que se han hecho de la vista gorda ante el robo y resulta que no sólo nadie es responsable, sino que el dinero se esfumó, se perdió quién sabe dónde y los guatemaltecos tenemos que resignarnos a que se clavaron impunemente 82 millones de quetzales. Ciertamente ese dinero no resuelve el problema fiscal del paí­s ni cubre las necesidades de un pueblo en la miseria, pero es el principio elemental de que no pueden hablar de más recursos los que dejaron que se esfumara una cantidad de tal magnitud.

Resulta que tras unos meses en prisión, el señor Raúl Girón puede salir a gozar de su parte, mientras que Meyer y Morales lo hacen sin siquiera enfrentar a la justicia como Dios manda. En resumidas cuentas, el Congreso perdió 82 millones de quetzales y nadie mueve un dedo para la recuperación de ese dinero, no obstante que a estas alturas ya debieron haber confiscado los bienes de esos sinvergí¼enzas para cubrir al menos en parte lo que hicieron humo.

¿Con qué boca pueden los diputados requerir de los ciudadanos una mayor contribución fiscal si no resuelven previamente el caso de MDF y, lo más importante, reintegran hasta el último centavo de los mal llamados ahorros del Congreso? Hay cuestiones de elemental sentido común y si algo no se puede permitir es que los patos le tiren a las escopetas. Ciertamente la evasión fiscal y la falta de contribución es un serio problema para el paí­s y urge una reforma fiscal que nos obligue a todos a contribuir en mejor forma para salir del atraso que es consecuencia de la falta de recursos. Pero los recursos faltan por dos razones elementales: porque los contribuyentes pagan poco y porque los funcionarios se clavan todo lo que puedan.

En La Hora hemos sostenido que el paí­s no puede salir adelante con la tasa actual de impuestos que no llegan ni siquiera al diez por ciento del producto interno bruto; entendemos claramente que hay que contribuir más y que todos los paí­ses desarrollados lo son porque pagan más impuestos. Pero no puede imponer tributos un Congreso que se hace de la vista gorda ante el crimen cometido al esfumar 82 millones de quetzales. Simplemente no tienen autoridad moral.