Escribo con el corazón estrujado ante el fallecimiento (producto de fulminante enfermedad) de “Minchito” Moscoso Palencia, apreciado compañero docente de Humanidades, quien pasó sembrando fructíferas semillas en el universo del conocimiento. Tenemos recuerdos imborrables de este venerable intelectual, extrañaremos sus consejos sabios. Maestro, padre, amigo.
En tanto, en el momento que Otto Pérez estaba ofreciendo su informe a la nación, en un “Teatro” inapropiado para el efecto, la tortillera de la esquina del barrio levantaba bártulos; cansada de pagar extorsión semanal desde aquel día que había colocado su champita. En el preciso instante que la guardia presidencial estaba deteniendo a las supuestas agresoras de la Vicepresidenta, Roxana Baldetti… un marero asesinaba a otro piloto de autobús, porque no quiso completar la cuota –como pago anticipado– porque él también tenía que inscribir a sus hijos en el colegio cercano.
Una sensación de incertidumbre me invade en estos días, porque el martes pasado se aceleró la carrera por la presidencia. Ejemplo: Sinibaldi salta a la palestra en Huehuetenango (el más grande distrito electoral del país) y deja atrás a sus competidores, con una salida anticipada, pero en falso ante un mal desempeño del PP. Este banderazo, está linkeado con la agresión a la vicemandataria.
¿Quién fue capaz de urdir un deplorable plan como este? Fue una mente retorcida. ¿Alguien que pertenece al LIDER o el miembro de un grupo de outsiders que actuó solo, sin apoyo ni nexos con la oposición política formal? También existe la posibilidad de un retrógrado asesor de inteligencia militar (Teoría de la Conspiración) que todavía cree que pueden seguir con su modus operandi de los años 80, cuando montaban distractores que hoy nos parecen payasadas… pero que –dada la imagen tan negativa que en los últimos días se venía generando en torno a la Vice– mucha gente afirma que detrás está “inteligencia”.
Recordemos que doña Roxana venía de tumbo en tumbo. Su imagen se desgastó en pocos meses, por ser el punto más débil del gobierno: una mujer con demasiado poder, pero apasionada, de poca serenidad y que perdió los estribos frente a la prensa, intentando ridiculizar la declaración patrimonial del actual presidente mexicano… lo que le valió merecida crítica por su falta de tacto diplomático. Esto se enmarca en una inútil confrontación con CNN, tras el dudoso origen de su millonaria fortuna. Luego, el encontronazo leguleyesco del gobierno con el connotado periodista Rubén Zamora, tras del cual todos cerramos filas, y donde salió moralmente muy lastimada doña Roxana y arrastró indefectiblemente a un dubitativo presidente. Ambos quedaron señalados de ignorantes de la ley, perversamente manipulada a su favor, por jueces venales.
Ella se convirtió en el hazmerreír en las redes sociales, tras acertarle el apodo de “La gruesa”, y su asociación con la frase: “polvo blanco que no es harina”. Eso sí: el cambio de escenario del informe del segundo año de gobierno fue parteaguas en esta historia. Doña Roxana fue atacada por dos jóvenes mujeres, que no parecen terroristas, sino ilusas facebuqueras, contratadas. Y de repente, tras el doloroso suceso en su propia cara, la imagen pública cambia radicalmente. Se transmutó hacia “la pobre Roxana”, ganando titulares de prensa en todo el mundo, luego de semejante agresión. ¿Funcionó la victimización?
Extraña la precipitada declaración de Sinibaldi, arrojándole culpas a Manuel Baldizón (quien esa semana había obtenido el primer lugar en las preferencias de una encuesta seria). Parece estrategia burda, imprudente, infantil. ¿El origen de todo este montaje conduce al Callejón Manchén o a la sede de un partido político de oposición? Inquieta pensar hasta donde podrán los políticos llegar en esta campaña. Así, el ambiente enrarecido, seguramente será muy peligroso y angustiante, lo que se nos espera próximamente…