Mitt Romney ignoró las críticas de sus rivales en el primero de dos debates en un intervalo de menos de 12 horas este fin de semana, dejando a los otros aspirantes a la candidatura presidencial riñendo entre ellos sin lograr ponerle una zancadilla al favorito de la contienda, por lo menos hasta el momento.
Los aspirantes a la candidatura republicana atacaron a Romney desde que comenzó el debate del sábado por la noche, restándole importancia al considerarlo solo un gerente de negocios en vez de un líder. Algunos dijeron que Romney era un hombre cuya empresa de inversiones en realidad les cuesta el empleo a los trabajadores.
Pero tres días antes de que se realicen las primeras elecciones primarias del país en Nueva Hampshire, Romney ignoró a sus compañeros de partido y en cambio se enfocó en el presidente Barack Obama.
«Sus políticas han vuelto más profunda la recesión y la recuperación más lenta», dijo el ex gobernador de Massachusetts a pesar de que ha bajado la tasa de desempleo y la creación de 200.000 empleos en diciembre.
Durante un animado debate de más de 90 minutos, abundaron los ataques mientras los cinco rivales de Romney trataban de colocarse como su principal contrincante en las próximas primarias . Romney ganó las sesiones preelectorales de Iowa al comenzar la semana por ocho votos sobre el ex senador Rick Santorum y tiene una gran ventaja en las encuestas de Nueva Hampshire.
Esto deja a los otros aspirantes poco tiempo para frenar el ascenso de Romney, pero mientras conceden Nueva Hampshire al ex gobernador de Massachusetts, en su mayoría centran sus esfuerzos en las primarias de Carolina del Sur el 21 de enero.
El legislador por Texas Ron Paul atacó a Rick Santorum y dijo que era una «persona del gran gobierno», una acusación que el ex senador de Pennsylvania rechazó. Santorum terminó en segundo lugar después de Romney en Iowa esta semana, con Paul en el tercer lugar.
Paul, que ha calificado al ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich de ser un «gavilán pollero» que no ha servido en el ejército, recibió en cambio una crítica fulminante. «Personalmente, me molesta el tipo de comentarios y difamaciones que habitualmente hace», dijo Gingrich.
Paul tuvo la última palabra, diciendo enfáticamente: «Cuando fui seleccionado estaba casado y tenía dos hijos, y me fui.» El fue cirujano de la Fuerza Aérea en la época de la guerra en Vietnam.
Gingrich quedó en cuarto sitio en Iowa, Perry en quinto y la legisladora por Minnesota, Michele Bachmann, quedó en último y desde entonces abandonó la contienda. El ex gobernador de Utah, Jon Huntsman, no compitió allí, con la esperanza de impresionar en New Hampshire.
Pareció inseguro sólo una vez, cuando se le preguntó si Estados tiene el derecho de prohibir la anticoncepción. Evitó dar una respuesta clara, sugiriendo que pregunta era irrelevante.
Romney, que a menudo destaca sus antecedentes empresariales, fue atacado al comienzo del debate.
Santorum fue el primero al decirle que era un simple gerente. «Ser presidente no es ser director general. Tienes que dirigir e inspirar», dijo.
Gingrich siguió refiriéndose a los informes publicados que describen cómo algunos trabajadores fueron despedidos en Bain Capital, la firma de una vez encabezó Romney.
Romney refutó, al afirmar que la empresa había creado un total de 100.000 empleos, y que su experiencia empresarial era mucho mejor para arreglar la economía que pasar una vida entera en Washington D.C.
«Me siento muy orgulloso del hecho de que las dos empresas que he dirigido hayan sido exitosas», destacó refiriéndose a Bain y a otra firma.
Santorum, Gingrich y Rick Perry, competían para emerger como la mejor alternativa conservadora de Romney.
En particular, Gingrich busca mantener a flote su campaña mientras que Santorum confía en aprovechar el resultado muy estrecho que logró frente a Romney en las elecciones primarias del Partido Republicano en Iowa.
El debate en el Colegio San Anselmo fue el primero en más de tres semanas y el primero desde que la legisladora Bachmann salió de la contienda. Los candidatos se volverán a ver las caras en el debate del domingo por la mañana en Concord.
Menos de 12 horas separan el debate del sábado de News/WMUR, de la ABC, y el debate del domingo de News/Facebook de la NBC en el programa «Meet the Press».
«Â¡Dos debates! Uno mañana en la noche y otro en la mañana siguiente. ¿Para qué parar?», manifestó Romney el viernes durante una escala de campaña en Tilton. «Â¿Por qué no seguimos adelante? ¡Sin pausas!», apuntó.
Los debates pueden tener secuelas imprevistas. Días antes de las elecciones primarias de Nueva Hampshire en 2008, el entonces aspirante a la candidatura demócrata, Barack Obama, se refirió en ese estado a su contrincante Hillary Rodham Clinton como «bastante agradable». Ese comentario de desdén desagradó a los partidarios de Clinton. Obama, que encabezaba las encuestas, perdió en esas primarias.
Contra Romney
Mientras el tiempo se agota antes de las primarias presidenciales de Nueva Hampshire, los rivales republicanos luchaban ayer en distintos frentes para ralentizar la marcha de Mitt Romney hacia la nominación de su partido.
Sus esfuerzos se hicieron latentes en un debate por la mañana y en paradas de campaña por todo el estado, en medio de la creciente convicción de que el momento propicio para detener el impulso de Romney se está agotando. Tras ganar por un estrecho margen las asambleas partidarias de la semana pasada en Iowa, el ex gobernador de Massachusetts es el abrumador favorito de cara a la consulta del martes en Nueva Hampshire, la primera elección primaria presidencial en el país, y se encamina a hacerlo bien en las competiciones posteriores.
«El argumento de la alternativa está desapareciendo rápidamente», dijo Tom Rath, asesor de Romney.
Con ese temor en mente, los contendientes republicanos se dispersaron el domingo por todo el estado para dar sus alegatos finales directamente a los votantes.
Gingrich, ex presidente de la Cámara, dijo que Romney era un «moderado de Massachusetts» y advirtió que un video que sus aliados iban a divulgar atacaría la carrera empresarial de Romney.
«En palabras del gobernador, usted tiene que tener espaldas anchas y ser capaz de soportar el calor para estar en la cocina», dijo Gingrich.
Gingrich fue el principal crítico de Romney, pero no el único.
El ex senador por Pensilvania Rick Santorum le preguntó a Romney durante el debate por qué no había buscado la reelección después de un período como gobernador en el estado vecino.
«Â¿Por qué se echó para atrás?», le preguntó Santorum.
Romney contraatacó con una referencia a la lucrativa carrera de Santorum en los seis años desde que perdió su escaño en el Senado. Al describir a los políticos que pierden su cargo, pero se quedan en Washington «y ganan dinero con grupos de presión o dirigiendo sus negocios», Romney señaló: «yo creo que está mal».
Romney ganó las asambleas partidarias de Iowa el pasado martes por escasos ocho votos sobre Santorum, pero está hasta el momento con tanta ventaja en las encuestas en Nueva Hampshire que sus rivales prácticamente admitieron que va a ganar. Pero también se unieron a un improbable aliado para fomentar el juego de expectativas que se está desarrollando.
«Si Mitt Romney no supera el 50% el martes aquí, al ser un ex gobernador del estado de al lado y tener una residencia familiar aquí, entonces hay algo que está realmente mal», dijo la presidenta del Comité Nacional Demócrata Debbie Wasserman Schultz, que habló con los periodistas afuera de la sala de debate.
La campaña de Romney, cada vez más confiada, resaltó en respuesta la posibilidad de victorias consecutivas en Iowa y Nueva Hampshire.
«Si gana Mitt, creo que la naturaleza histórica de esa victoria eclipsará la demás cobertura de la carrera hasta este momento», dijo el asesor de Romney Eric Fehrnstrom. «Ningún republicano que no estuviera buscando la reelección ha ganado tanto en Iowa como Nueva Hampshire».
Tradicionalmente, el triunfo en Nueva Hampshire ha influido en el resultado de la siguiente elección en Carolina del Sur, que realizará el 21 de enero la primera primaria en el sur del país.