El Congreso inició el miércoles su 112 período de sesiones y dio comienzo a una nueva era de gobierno dividido, con los republicanos en control de la Cámara de Representantes y dispuestos a enfrentarse abiertamente con el presidente Barack Obama y la mayoría demócrata del Senado.Poco después de las 12 del mediodía en Washington (1700 GMT), se llamó al orden a la cámara baja al mismo tiempo en que el Senado comenzaba su sesión.
El republicano John Boehner asumió como nuevo presidente de la Cámara de Representantes, en reemplazo de la demócrata Nancy Pelosi.
El inicio de un nuevo período de sesiones es uno de los rituales más preciados de la clase política en Washington. Lo antecedió una ceremonia religiosa bipartidaria en la iglesia católica de San Pedro, a la que asistieron Boehner, Pelosi y otros legisladores.
Boehner planea realizar una pronta demostración de poder, con una votación para derogar la ley de reforma de salud de Obama, como había prometido en su campaña para las elecciones de noviembre.
Se prevé que los representantes republicanos voten la próxima semana, sin realizar audiencias ni darle a los demócratas la posibilidad de hacer cambios, pero los demócratas siguen en control del Senado, donde se supone que la votación no avanzará.
Esta medida podría servir como ejemplo del estancamiento legislativo que puede reinar durante los dos últimos años del mandato de Obama, pero con el país aún atascado en una débil recuperación económica y abatido por un desempleo de casi el 10%, Obama dijo que cuenta con que se enfríe la ardiente posición ideológica de los republicanos conforme avance el período de sesiones.
«Estoy muy confiado en que sabrán reconocer que nuestro trabajo es gobernar y asegurarnos de crear empleos para el pueblo estadounidense y de que estamos creando una economía competitiva para el siglo XXI», destacó el Presidente ayer en su vuelo de regreso desde Hawai, donde pasó dos semanas de vacaciones con su familia.
Poco después de las 12 del mediodía en Washington (1700 GMT), se llamó al orden a la cámara baja al mismo tiempo en que el Senado comenzaba su sesión.
El republicano John Boehner asumió como nuevo presidente de la Cámara de Representantes, en reemplazo de la demócrata Nancy Pelosi.
El inicio de un nuevo período de sesiones es uno de los rituales más preciados de la clase política en Washington. Lo antecedió una ceremonia religiosa bipartidaria en la iglesia católica de San Pedro, a la que asistieron Boehner, Pelosi y otros legisladores.
Boehner planea realizar una pronta demostración de poder, con una votación para derogar la ley de reforma de salud de Obama, como había prometido en su campaña para las elecciones de noviembre.
Se prevé que los representantes republicanos voten la próxima semana, sin realizar audiencias ni darle a los demócratas la posibilidad de hacer cambios, pero los demócratas siguen en control del Senado, donde se supone que la votación no avanzará.
Esta medida podría servir como ejemplo del estancamiento legislativo que puede reinar durante los dos últimos años del mandato de Obama, pero con el país aún atascado en una débil recuperación económica y abatido por un desempleo de casi el 10%, Obama dijo que cuenta con que se enfríe la ardiente posición ideológica de los republicanos conforme avance el período de sesiones.
«Estoy muy confiado en que sabrán reconocer que nuestro trabajo es gobernar y asegurarnos de crear empleos para el pueblo estadounidense y de que estamos creando una economía competitiva para el siglo XXI», destacó el Presidente ayer en su vuelo de regreso desde Hawai, donde pasó dos semanas de vacaciones con su familia.