Envalentonados por los indicios de que la Corte Suprema podría admitir partes de la ley inmigratoria de Arizona, legisladores y activistas en todo Estados Unidos dicen estar preparándose para promover medidas igualmente estrictas en sus estados.

«Estamos preparándonos para saturar las legislaturas estatales con versiones de la ley», afirmó William Gheen, presidente de Americans for Legal Immigration. «Creemos que pueden ser aprobadas en la mayoría de los estados».
Ese objetivo podría parecer ambicioso en demasía, pero legisladores en una docena de estados dijeron a The Associated Press que están interesados en proponer leyes similares a las de Arizona si sus componentes principales son ratificados por la Corte Suprema. Se espera para junio un fallo sobre la apelación del Departamento de Justicia de que la ley entra en conflicto con la política federal de inmigración.
Dan Stein, presidente de la Federation for American Immigration Reform, se manifestó alentado de que varios jueces sugiriesen durante los argumentos orales el miércoles que estaban dispuestos a permitir que Arizona pusiera en vigencia la parte más controversial de su ley: un requisito de que la policía revise la situación inmigratoria de las personas que sospechen están sin permiso en el país. Otra disposición permite que los sospechosos de ser inmigrantes no autorizados sean detenidos sin orden de arresto.
«Los jueces dieron una clara señal de que hay un amplio terreno de acción estatal en esta área», dijo Stein. «En los próximos meses se gastarán muchísimas energías examinando toda la gama de posibilidades».
Para empezar, un fallo en favor de la ley de Arizona 1070 probablemente permitiría que Alabama, Georgia, Indiana, Carolina del Sur y Utah se movilizaran para presentar medidas similares que fueron instrumentadas pero que han quedado pendientes de la decisión del máximo tribunal.
«Si Arizona anda muy bien, nosotros también», afirmó el senador republicano Scott Beason, patrocinador de una ley que en algunos aspectos es más estricta que la de Arizona. Además de requerir a la policía determinar la situación inmigratoria al parar automovilistas, instruye a las oficinas del gobierno verificar la residencia legal de transacciones como obtener licencia de conducir, matricular a un niño en la escuela y conseguir empleo.
Legisladores de estados tan diversos como Misisipí y Pensilvania dijeron estar más que dispuestos a seguir el modelo de Arizona/Alabama si la Corte Suprema le da luz verde.
«Si uno mira encuesta tras encuesta, ya sea propietario de un comercio o empleado, o propietario o ejecutivo de un pequeño negocio, la mayoría de los estadounidenses apoyan leyes como la 1070», afirmó el representante republicano Daryl Metcalfe, de Pensilvania, que dirige el comité del Gobierno Estatal en la cámara baja del estado.
En Misisipí, una estricta ley inmigratoria fue aprobada por la Cámara de Representantes este año pero murió en un comité del Senado. Sus partidarios planean volver a intentarlo el año próximo y esperan un fallo favorable de la Corte Suprema. «Esto asegura a los contribuyentes de Misisipí que, cuando aprobemos la ley, no terminaremos inmersos en una larga batalla judicial», afirmó la representante republicana Becky Currie.
Al igual que en Misisipí, legisladores de Dakota del Sur han rechazado una medida basada en la ley de Arizona, pero su patrocinador, el representante republicano Manny Steele, dijo que está dispuesto a volver a probar. «Me entusiasmaría movilizar otro proyecto, según como sea la decisión de la Corte Suprema», afirmó.
En varios estados en los que ninguno de los dos grandes partidos tiene el monopolio del poder —entre ellos Iowa, Colorado, Montana y Kentucky_, los legisladores dicen que el destino de toda medida inmigratoria estricta dependerá del resultado de las elecciones estatales en noviembre.
En Minnesota, el representante republicano Steve Drazkowski dijo que considera proponer una ley modelada en base a la ley de Arizona pero admitió que podría ser vetada por el gobernador demócrata Mark Dayton.
En Virginia, que ya aplica numerosas leyes inmigratorias restrictivas, el delegado David Albo dijo que podría no haber margen para mucha más. «Ya estamos en los límites legales de lo que podemos hacer», dijo el republicano, autor de una ley que niega a los inmigrantes adultos sin permiso los beneficios públicos que no sean de emergencia, como cupones de alimentos.
En muchos estados, por otra parte, hay poca o ninguna perspectiva de que se adopten leyes como las de Arizona. En algunos casos, como en Idaho, se debe a que la industria de la agricultura se preocupa de perder los trabajadores que necesita.
En Illinois, que tiene algunas de las leyes más amistosas para los inmigrantes de toda la nación, el representante republicano Randy Ramey ha intentado cuatro veces proponer una ley estilo Arizona, pero no lo ha logrado. Alentado por los argumentos en la Corte Suprema, Ramey dijo que podría volver a intentarlo.
«Me estimula», dijo el republicano, «pero no significa que se moverá mientras los demócratas estén a cargo».
Obama goza de respaldo de hispanos
Por STEVEN R. HURST
WASHINGTON / Agencia AP
Los hispanos, el grupo minoritario de mayor crecimiento entre la población estadounidense, favorecen por un amplio margen al presidente Barack Obama ante el posible candidato republicano Mitt Romney lo cual sería un factor decisivo en las elecciones del 6 de noviembre.
Los hispanos constituyen un grupo clave en el resultado de las elecciones debido al complejo sistema de estado por estado para elegir al presidente estadounidense.
Podrían dirimir el voto a favor del presidente en importantes estados indecisos como Colorado, Nevada y la Florida. Lo que es más, el voto hispano podría inclinar a Arizona, otrora con un sólido electorado republicano, a favor de Obama.
Michelle Obama estuvo el lunes en Arizona, probando el ambiente para su esposo en un acto para recaudar fondos. La primera dama realizó visitas a cuatro estados indecisos, incluidos algunos con gran número de hispanos en el suroeste, Colorado, Nevada y el demócrata Nuevo México. El vicepresidente Joe Biden también estuvo en Arizona hace dos semanas, cortejando a los votantes que la última vez que votaron por un demócrata fue cuando Bill Clinton fue reelegido en 1996.
Históricamente, los votantes hispanos se han inclinado por los candidatos presidenciales demócratas con la idea de que es el partido que ha manejado mejor el asunto de la inmigración, uno de los temas que encabezan las lista de preocupaciones del grupo minoritario. Parecen favorecer a Obama pese a su récord de deportaciones de inmigrantes que viven sin permiso en el país. El Departamento de Seguridad Nacional informa que desde el 2009, el número de deportaciones se acerca a los 400.000 cada año, muy por encima del número bajo la presidencia del republicano George W. Bush.
En la más reciente encuesta del Centro de Investigación Pew para el Pueblo y la Prensa, Obama supera a Romney con un 67% sobre el 27% entre los hispanos aptos para votar. Ese respaldo coincide con el 67% del voto hispano que Obama obtuvo en el 2008.
La razón es que Romney ha alejado a muchos hispanos con su respaldo a la ley de inmigración de Arizona como un «modelo» para la nación. La iniciativa, aprobada en el 2010, persigue a los inmigrantes que viven sin autorización en el estado y ha sido condenada como extrema por los grupos hispanos y defensores de los derechos de los inmigrantes.
Los cambios a la ley fueron abordados en la Corte Suprema, donde los jueces liberales y conservadores indicaron que no estaban a favor de revertir la medida.
Durante los debates de las elecciones primarias republicanas, Romney dijo que «la dirección correcta para Estados Unidos era deponer esos procesos judiciales contra Arizona… Yo también completaría la valla (fronteriza). Estaré vigilante de que haya suficientes agentes fronterizos para resguardar la muralla, y de que haya un sistema electrónico de certificación de trabajadores E-Verify y que se obligue a los empleadores a verificar los documentos del personal». E-Verify es un banco de datos federal que certifica la legalidad de los inmigrantes.
Romney también se opone al proyecto de ley Dream Act que patrocinan los demócratas para permitir que los hijos de inmigrantes no autorizados gocen de los mismos beneficios para ingresar a la universidad o a las fuerzas armadas.
El virtual candidato republicano esbozó una postura extremadamente conservadora en materia de inmigración durante la batalla por la nominación republicana, al adoptar posiciones que lo ubicaron a la derecha incluso de rivales como Rick Santorum y New Gingrich. Ahora se enfrenta al reto de encontrar una manera de desplazarse hacia el centro si es que quiere tener alguna esperanza entre los votantes hispanos.
Obama se llevó Colorado, Nevada y Florida en las elecciones de 2008 contra el senador republicano John McCain, y mantener esos estados podría ser esencial en los comicios de este año. A seis meses de las elecciones, las encuestas nacionales muestran una contienda muy cerrada entre el presidente y Romney, con los problemas de la economía como el tema principal. Esto debería ser especialmente importante para los hispanos, que sufren un 11% de desempleo en medio de una economía donde la tasa de paro es del 8,2%.
Quizás la pregunta más importante acerca de las preferencias hispanas se plantea en Florida, también un estado que cambia de manos entre los dos partidos y que podría ser clave para las esperanzas de ambos candidatos.
Mark López, del Centro Hispano Pew, cita «cambios demográficos» allí que muestran que más hispanos se han registrado como demócratas en las dos últimas elecciones. En el pasado, la población hispana de Florida estaba dominada por los cubanos, que son decididamente republicanos dada la historia del partido, que ha tenido un mayor antagonismo frente al líder comunista Fidel Castro y su sucesor y hermano Raúl.
Pero los puertorriqueños constituyen un segmento de mayor crecimiento de la comunidad hispana en la parte central del estado y ellos votan mayormente por los demócratas. La fuerza creciente de la comunidad puertorriqueña debería ayudar considerablemente a Obama en Florida este año.
En una elección general hipotética, el 40% de los hispanos de Florida aseguraron que votarían por Romney, mientras que el 50% dijo preferir a Obama, de acuerdo con una encuesta realizada a finales de enero por Noticias Univisión/ABC News.
La encuesta reveló que los cubanos en Florida prefieren a Romney sobre Obama 54% a 34%, mientras que los puertorriqueños respaldan a Obama 67% a 23%. Otros favorecen a Obama sobre Romney 52% a 36%.
A nivel nacional, si las elecciones se realizaran hoy, Obama se llevaría con tranquilidad 14 estados tradicionalmente demócratas, sobre todo en las costas este y oeste de Estados Unidos, y el Distrito de Columbia, con un total de 186 votos electorales. Romney probablemente vencería en 20 estados considerados republicanos, sobre todo en el sur y el oeste del territorio estadounidense, lo que representaría 156 votos electorales.
Daryl Metcalfe
Representante republicano