Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes presentaron hoy un plan a sus colegas de partido con el fin de contrarrestar un proyecto que está surgiendo en el Senado para reabrir el gobierno e impedir una mora de pagos de Estados Unidos.
Pero los legisladores no prometieron someter el nuevo plan a votación en las próximas horas después de que algunos republicanos en la sala lo elogiaron y otros lo criticaron.
El proyecto develado por los líderes republicanos suspendería durante dos años un nuevo impuesto a los dispositivos médicos y retiraría las contribuciones del gobierno federal a los gastos médicos de los legisladores y altos funcionarios gubernamentales, al tiempo que daría fondos al gobierno hasta el 15 de enero y le proporcionaría al Tesoro la capacidad de pedir prestado normalmente hasta el 7 de febrero.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, republicano por Ohio, dijo que intentaba «hallar un camino hacia adelante», pero reconoció que «no ha habido decisiones sobre lo que haremos exactamente». En una conferencia de prensa, dijo que «hay muchas opiniones sobre qué dirección tomar».
La maniobra fue efectuada en momentos en que el cierre parcial del gobierno empieza su tercera semana y menos de dos días antes de que el Departamento del Tesoro declare que ya no puede pedir prestado y se apoye en su reserva de dinero en efectivo para pagar las facturas del país.
El plan de los representantes republicanos no obtendría tantas concesiones del presidente Barack Obama como deseaban, pero prepararía el terreno para otro enfrentamiento con la Casa Blanca a principios del año próximo.
«Las cosas aún no están finalizadas» porque falta información, afirmó el republicano Michael Burgess, representante por Texas.
El republicano Walter Jones, representante por Carolina del Norte, dijo no estar seguro de que podría votar por el plan porque no hace referencias al tema de la deuda. «Tengo que saber mucho más de lo que sé ahora», afirmó.
La maniobra en la cámara baja llega después de que legisladores conservadores se rebelaron al ver los esbozos de un plan que está surgiendo en el Senado, elaborado por Harry Reid, demócrata por Nevada y líder de la mayoría en la cámara alta, y Mitch McConnell de Kentucky, líder de la minoría republicana allí. Ambos esperaban llegar a un acuerdo el martes.
La Casa Blanca y los demócratas rápidamente criticaron el plan republicano. Obama planeaba reunirse con los líderes demócratas de la Cámara de Representantes el martes por la tarde en momentos en que las negociaciones continúan.
«La propuesta más reciente de los republicanos de la cámara baja (es) un intento partidista por apaciguar a un pequeño grupo de republicanos del Tea Party que fueron los que en primer lugar obligaron al gobierno a cerrar», dijo Amy Brundage, portavoz de la Casa Blanca. «Los demócratas y los republicanos en el Senado han estado trabajando en un esfuerzo bipartidista de buena fe… Cuando sólo quedan un par de días hasta que Estados Unidos agote su autoridad para solicitar préstamos, es hora de que la Cámara de Representantes haga lo mismo».
«El plan más reciente del Partido Republicano está diseñado para torpedear la solución bipartidista del Senado», tuiteó el representante Chris Van Hollen, demócrata de Maryland. «El plan no sólo es imprudente, sino que equivale a una mora de pagos».
Los republicanos están bajo cada vez más presión para que reabran el gobierno, y es evidente que los líderes del partido tienen temor de no lograr actuar para impedir que Estados Unidos caiga en mora de pagos.
Los miembros del partido se encuentran en una situación difícil, en la que tienen que ceder en muchas de sus principales exigencias al tiempo que reciben una golpiza en las encuestas.