El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, inició hoy en Beirut una visita a Oriente Medio que también le llevará a Arabia Saudí y a Siria, donde tratará de convencer a sus líderes para que desempeñen «un papel constructivo» en la resolución de la crisis libanesa.
La etapa siria, prevista para el miércoles, reviste una gran importancia al tratarse de la primera visita de Solana a Damasco desde el asesinato del primer ministro libanés Rafic Hariri en 2005, un atentado por el que se ha acusado a responsables sirios.
Durante su breve estancia en Beirut, Solana se entrevistará con el debilitado primer ministro, Fuad Siniora, apoyado sin embargo por los occidentales, y con uno de los líderes de la oposición, el presidente del Parlamento, Nabih Berri.
Mañana, el jefe de la diplomacia de la UE se reunirá en Arabia Saudí con el rey Abdalá, cuyo país trata, junto a Irán, de buscar una salida a la crisis política en Líbano y evitar un conflicto entre chiítas y sunitas en la región.
En Damasco, Solana mantendrá el miércoles un encuentro con el presidente sirio, Bachar al Assad.
El objetivo del español es convencer a los sirios de desempeñar un papel «constructivo» en la región y de asentar una relación política con la UE, según una fuente diplomática comunitaria en Bruselas.
«Para este viaje, cuento con un mandato» de los 27 países miembros de la Unión, «incluso en Siria, para decirle que queremos que trabaje con nosotros y con la comunidad internacional, en particular sobre Líbano», explicó el viernes Solana.
El Alto Representante para la Política Exterior de la UE espera persuadir a Damasco para que presione a la oposición libanesa, liderada por el Hezbolá chiíta y apoyada por sirios e iraníes, para que apruebe la creación de un tribunal internacional destinado a juzgar a los autores del asesinato de Hariri.
Responsables de la seguridad siria se encontrarían detrás del atentado que costó la vida a Hariri y a otras 22 personas el 14 de febrero de 2005 en Beirut, según los informes de una comisión de investigación de la ONU.
La mayoría parlamentaria antisiria, liderada por Saad Hariri, hijo del ex primer ministro, ha acusado incansablemente a Damasco de tratar de impedir la ratificación del proyecto del tribunal, elaborado por Naciones Unidas, con el visto bueno del gobierno de Siniora.
Pero en una primera etapa, es el Parlamento libanés el que debe ratificar su creación, en una sesión que su presidente, Berri, se opone a convocar.
Para Berri, el gobierno de Siniora navega en la ilegitimidad desde la dimisión a mediados del pasado noviembre de seis ministros prosirios que abrió una crisis política que ha paralizado a todo el país.
La mayoría antisiria acusa por su parte a la oposición de obrar únicamente con el fin de impedir la instauración del tribunal.
Desde el 1 de diciembre, los partidos opositores, que reclaman la formación de un gobierno en el cual obtendrían una minoría de bloqueo, mantiene su movimiento de protesta con una sentada frente al palacio gubernamental en Beirut.
La mediación de Arabia Saudí e Irán permitió sin embargo la semana pasada la reanudación de un diálogo entre la mayoría y la oposición.