El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) reportó una disminución en el número de incendios forestales, al registrar 493 en lo que va del 2012, 169 menos que los ocurridos el año pasado en el mismo periodo, a nivel nacional.
De acuerdo con un comunicado de prensa del MARN, la extensión afectada este año abarca 5 mil 302 hectáreas forestales y mil 700 hectáreas de otro tipo de vegetación y con otra vocación.
La quema de pastos, de basura, el corte de leña, así como las rozas para la extensión agrícola intencionada, son aspectos que representan aproximadamente el 52 por ciento de las causas de los siniestros, destaca la información.
Luis Ríos, de la Unidad contra la Desertificación y la Sequía, expresó que ese tipo de incendios tienen dos consecuencias en los suelos: la erosión y su dificultad para la recuperación y la pérdida de nutrientes que altera su ecosistema, lo que impide la productividad del agro.
Los incendios forestales también aumentan el riesgo de deslaves durante la temporada de lluvia, lo que ocasiona daños en la infraestructura y la pérdida de vidas, añadió el funcionario.
El Ministerio de Ambiente enfatizó que las personas que trabajan en el campo son las principales responsables, ya que recurren a prácticas como la roza, la tumba o la quema, para ampliar sus extensiones para el cultivo de diferentes productos.
Lo ideal sería evitar esa práctica y adoptar otras que contribuyen a retener la humedad del suelo y conservar los nutrientes; la formación de la población y el combate de prácticas ancestrales, también podrían ayudar en gran media a evitar los incendios, señaló Ríos.
El Ministerio de Ambiente, en coordinación con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), coordina actividades educacionales para sensibilizar a la población sobre las consecuencias de las rozas y cómo hacer para detenerlas.
Los bosques contribuyen en gran medida a mantener los nutrientes en los suelos, la regulación hídrica, la producción de oxígeno y la fijación del dióxido de carbono (CO2), entre otros, beneficios que se ven mermados con los incendios, concluye el comunicado del MARN.