Una de las propuestas que la CICIG ha hecho al Estado en materia de seguridad es la creación de pabellones de aislamiento para reos de alta peligrosidad.
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Aunque no se ha establecido cuándo y dónde podrían ser instalados los módulos de máxima seguridad, estos serían utilizados exclusivamente para personas implicadas en redes del crimen organizado.
Carlos Castresana, comisionado de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ha sugerido, además, reformas al Código Penal que generarían cambios en la persecución penal y como instrumento para combatir el crimen organizado; también ha insistido en la aprobación de la Ley de Armas, que aún se encuentra varada en el Parlamento.
PROPUESTA
Según un experto internacional en tema de seguridad en investigación criminal, cuyo nombre prefirió omitir, la idea de la implementación de los módulos de máxima seguridad «parte de toda una estrategia de política criminal para la investigación, desarticulación, procesamiento y juzgamiento de personas vinculadas con la delincuencia organizada y estructuras ilegales», explicó.
Los pabellones serían implementados en el aislamiento y reclusión de capos o cabecillas de organizaciones criminales «con alto poder de corrupción o posibilidades de fuga», explicó el entrevistado, y añadió que el uso de esas prisiones impediría que los reos continúen delinquiendo desde los mismos sitios carcelarios.
El experto detalló que algunos estándares para la creación de esa propuesta serían que los reclusos puedan tener acceso al ejercicio de su defensa, la visita de su abogado, médico y ciertos familiares; además, refirió que los tribunales deberán tener autonomía en las salas de juzgamiento.
En el caso de Guatemala, la construcción de una prisión de máxima seguridad no duraría menos de 18 meses, por lo que la propuesta de CICIG es enfática en relación a la «adaptación de pabellones o anexos especiales» donde se mantengan aisladas a las personas y con restricciones como el uso de celulares, internet, y otros.
Los pabellones estarían monitoreados por cámaras de seguridad tanto en el interior como en el exterior; y los reos estarían aislados uno de otro, lo cual impediría su agrupación para la coordinación de ilícitos; actualmente el Sistema Penitenciario ubica hasta a cinco personas de una misma organización en una sola celda, según CICIG.
Los módulos estarían custodiados, además, por anillos de seguridad integrados por guardias penitenciarios que serían seleccionados rigurosamente, además capacitados en mecanismos de control de seguridad y defensa, finalizó el experto internacional.
OPOSICIí“N
José Luis González Dubón, representante legal de la Liga Pro Patria, catalogó como una «medida de emergencia y coyuntural», la propuesta de CICIG sobre los pabellones de máxima seguridad.
«Son medidas que no van a resolver el problema que afronta Guatemala en materia de seguridad y para combatir la delincuencia; son puras medidas policiales. No existe una planificación y estrategia a largo plazo», criticó el abogado consultado.
Según González, el tema de la seguridad y la corrupción a lo interno del Sistema Penitenciario está inmerso dentro de otra serie de problemas que son consecuencia de la corrupción y de la falta de estructuración de políticas administrativas y económicas en cuanto a la detención de reos.
«Pueden llenar de prisiones el país, pero no se resuelve el problema porque es sólo un efecto de otros problemas, se corrigen efectos y no causas: quieren usar remedios caseros para una enfermedad grave que sólo se cura con una cirugía mayor», expresó.
OPORTUNO
Al contrario del anterior entrevistado, Sandino Asturias, analista en temas de seguridad del Centro de Estudios de Guatemala, consideró «oportuno» el establecimiento de pabellones de máxima seguridad para reos de alta peligrosidad.
«Me parece una medida correcta y de urgente implementación; es decir: sí hace falta una cárcel de máxima seguridad de verdad», señaló Asturias.
Para el analista será fundamental velar porque esas prisiones de aislamiento no caigan en «ejercicios de corrupción», y citó como ejemplo la cárcel de máxima seguridad El Infiernito, donde ha habido fugas constantes.
Asturias agregó que actualmente las prisiones se encuentran en un estado deplorable de hacinamiento, corrupción y pésimas condiciones para los derechos humanos, por lo que reiteró su aprobación a la propuesta de CICIG.
José Luis González Dubón,
Liga Pro Patria
Sandino Asturias,
Centro de Estudios de Guatemala