Renuncie y responda doctor Eduardo Meyer


«No importa que la memoria sea débil con tal que el juicio no falte cuando la ocasión se presente».

Goethe

Edith González

Considero que es muy difí­cil tomar la decisión de echar a un hijo de la casa porque se equivocó y se conduce mal. Y aun así­ hay por ahí­ muchos hombres que fueron corridos de su casa y no digamos muchas mujeres quienes resultaron embarazadas y les pusieron sus maletas en la calle, sin ninguna consideración.

Si teniendo responsabilidad por la conducta de los hijos los padres prefieren desentenderse y conservar su honra y la honorabilidad de la familia, y no mostrar un pelo de piedad ante sus hijas cuando más lo necesitan.

¿Por qué la UNE y el gobierno del presidente Colom, y finalmente todos los guatemaltecos habrí­amos de cargar con los errores y horrores del doctor Eduardo Meyer?

Un hombre que en el pasado desempeñó cargos públicos, si no con alfombra de pino y música de banda, sí­ con un profesionalismo adecuado a los mismos, pero que ahora parece haber resbalado por el mareo de las alturas, el color del billete, o las malas juntas, mostrando una conducta a las claras totalmente reprochable y de la cual debe dar cuentas, pese a su negativa.

No es posible que Meyer se niegue a informar sobre sus acciones y sus decisiones, pues no es el presidente de su empresa privada, sino de una institución del Estado que debe responder a todos y a cada uno de los guatemaltecos.

Como tampoco podemos aceptar que porque su firma no aparezca en los documentos financieros él no tenga responsabilidad, pues es quien está institucionalmente a cargo no sólo para decidir gastar el dinero de los guatemaltecos en un mejor edificio para un puñado de desprestigiados, sino para responder por todas las acciones. En las buena y las malas. Y por lo que hasta ahora se ha visto más malo que bueno.

Es preciso que se actúe de manera legal y moral, que el doctor Meyer sea destituido o se le solicite la renuncia, igualmente debe enfrentar un juicio en un tribunal, pues el público ya empezó.

Y por supuesto lo antes posible emitir una orden de arraigo, para evitar que abandone el paí­s como lo han hecho todos los delincuentes de cuello blanco al estilo de Sperissen y Figueroa.

Es necesario encauzar nuevamente la vida polí­tica de nuestro paí­s, para obtener buenos ciudadanos, pues el mensaje enviado hasta ahora es que la inmunidad de que gozan los funcionarios, realmente es pura impunidad.

Muchos deben responder por el dinero faltante, y reorientar para que no vuelva a ocurrir en ninguna institución del Estado, pero Meyer debe responder por sus acciones o su falta de ellas.