Renuncia revela división en gobierno


La sorpresiva renuncia del vocero presidencial, Alex Contreras, quien criticó la labor gubernamental y denunció enemigos internos en el oficialismo, desnudó divisiones dentro del gobierno de Evo Morales, quien perdió a uno de sus más cercanos colaboradores.


Contreras -quien formó estrechí­simos lazos de amistad y polí­ticos con el presidente, cuando Morales era diputado y enfrentaba la erradicación de cultivos de coca- dejó el martes la función oficial que ejerció desde enero de 2006, cuando se formó el nuevo gobierno.

El vocero reveló en su nota de renuncia dirigida el mandatario la existencia de «grupí­culos, logias y enemigos internos» ligados a la derecha y pidió al mandatario un «golpe de timón», en momentos en que el gobierno enfrenta demandas de gobiernos autónomos de seis de las nueve regiones del paí­s.

Contreras, quien pidió al jefe de Estado gobernar «sin influencia de personajes que no comulgan con el proceso histórico que vive el paí­s», leyó su carta de renuncia el martes en el presidencial palacio Quemado.

Morales aceptó la sorpresiva retirada, aunque dejó abierta que la misma quede sin efecto en el futuro, no sin antes deslizar su descarnada a irónica franqueza.

«Un poco decepcionante la carta que hizo, es una falsedad, pero sobre todo todos tenemos derecho a divertirnos, pero el compañero Alex Contreras se divierte mucho, yo sé que como buen compañero cuando se canse de divertirse mucho volverá al Palacio», dijo sin abundar en detalles.

La emisora católica Erbol señaló en su informativo del miércoles que Contreras fue «despedido» por el presidente Morales, debido a que faltó a su trabajo por algunos dí­as.

La oposición boliviana aprovechó la dimisión para denunciar la existencia de una fuerte división interna en el oficialismo de grupos que se disputan el control del poder.

«Yo creo que cuando el barco empieza a hundirse los primeros que huyen son las ratas, y es verdad, el barco azul (color del gobernante Movimiento Al Socialismo) empieza a hundirse», dijo a la prensa el senador de la opositora agrupación derechista Podemos, Roger Pinto.

La renuncia del vocero presidencial desató a su vez diferentes reacciones en el oficialismo, desde quienes minimizaron el hecho hasta quienes reconocieron la existencia de una crisis interna.

«Es una señal de crisis, para nosotros es una crisis en un proceso sumamente difí­cil donde se están tomando medidas muy precisas», afirmó el influyente senador del gobernante MAS, Antonio Peredo.

Los ministros de Gobierno, Alfredo Rada, y de Defensa, Walker San Miguel restaron dramatismo a la renuncia, destacaron las cualidades profesionales del portavoz y dijeron que hay que respetar su decisión personal.

La salida sorpresiva de Contreras también desató una ola de comentarios en los medios locales de prensa, que interpretaron el hecho como una consecuencia de las pugnas de poder en el oficialismo.

Según estas versiones, de las pugnas toman parte desde quienes pretenderí­an imponer una lí­nea dura -como el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana- hasta quienes tratarí­an de hegemonizar el poder, como el vicepresidente Alvaro Garcí­a Linera.