La seguridad alrededor del proceso por el asesinato de Rodrigo Rosenberg sigue siendo un punto vulnerable: Verónica Galicia, jueza contralora del caso, coordinará medidas de seguridad para el personal de su judicatura, mientras que uno de los oficiales presentó esta mañana su renuncia.
Merlington Mark Monzón Mesa, oficial de trámite del expediente de Rosenberg que se tramita en el juzgado Décimo de Primera Instancia Penal, fue asesinado el 30 de octubre último en la zona 9 capitalina y su muerte no ha sido esclarecida.
En ese marco, y debido a las coacciones que han sido víctimas los trabajadores de esa judicatura, Galicia solicitó a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que coordinara la seguridad de los empleados.
César Barrientos, presidente de la Cámara Penal de la Corte Suprema de Justicia, se reunió esta mañana con el personal del Juzgado que preside para conversar sobre las medidas que ese órgano podría tomar en torno a su seguridad.
«A pesar del temor y el riesgo que corren los trabajadores han manifestado que quieren reunirse con el encargado de Seguridad del Organismo Judicial para que hagan un análisis de la situación y tomar medidas acordes a sus necesidades», manifestó Galicia, presidenta del juzgado Décimo.
La juzgadora también reiteró que no habrá ningún oficial de trámite para el caso Rosenberg, y que había solicitado una caja fuerte para resguardar el expediente pues se han dado varios incidentes que vulneran la seguridad del personal de su judicatura.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala informó que no ha hecho un pronunciamiento oficial sobre el caso Rosenberg debido a que respetan la reserva legal en la que actualmente se encuentra el proceso. Será cuando ésta concluya que se pronunciará.
La fiscalía especial del MP para la CICIG presentó esta mañana una acusación formal contra ocho posibles autores materiales del asesinato de Rosenberg, la judicatura décima señalará una audiencia para discutir la apertura a juicio contra los sindicados.
La defensa de Francisco y José Valdés Paiz, posibles autores intelectuales del asesinato de Rosenberg, recusaron a la jueza Verónica Galicia argumentando que dudan de su imparcialidad para controlar el proceso por el que tienen orden de captura.