Renuncia el presidente de República Centroafricana


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Michel Djotodia, el líder rebelde que se hizo del poder en la República Centroafricana sólo para ver cómo el empobrecido país se sumía en la anarquía y el derramamiento de sangre, accedió a renunciar hoy junto con su primer ministro, anunciaron autoridades regionales.

Por ABUBAKAR MOHAMMED y KRISTA LARSON, N’DJAMENA,

En las calles de Bangui, la capital del país, hubo muestras de júbilo ante la perspectiva de un posible cambio en la terrible situación de seguridad.

«¡Por fin somos libres! Por fin regresaremos a nuestras casas», dijo Carine Gbegbe, quien ha vivido en un campamento para desplazados en la periferia sur de la capital.

Ha habido creciente presión para que Djotodia dejara el gobierno, y su renuncia deberá ayudar a apaciguar a las milicias armadas que recurrieron a la violencia para derrocarlo. Sin embargo, su salida también podría crear un vacío de poder aún más grande en un país que ha padecido diversos golpes de Estado y dictaduras.

Ahmat Allami, secretario general de la Comunidad Económica de los Estados de África Central, hizo el anuncio luego de una reunión en el vecino Chad en torno a la crisis. Legisladores de la República Centroafricana también fueron trasladados por aire el jueves a N’Djamena, la capital de Chad, con el fin de que participaran en las conversaciones.

La salida de Djotodia deja al país en las manos de un débil gobierno de transición. El primer ministro Nicolas Tiangaye, líder opositor durante largo tiempo antes del golpe de Estado de 2013, también renunciará, señaló Allami.

Bajo sus estatutos, el consejo nacional de transición encabezado por Alexandre Ferdinand Nguendet cuenta ahora con 15 días para elegir a otro presidente interino que reemplace a Djotodia.

Después de que esta semana circularan en Bangui rumores sobre la renuncia del mandatario, la presidencia emitió un desmentido en términos enérgicos. Sin embargo, en el último mes se había vuelto evidente una disminución de la paciencia de la comunidad internacional hacia Djotodia.

Aunque el presidente había hecho varios exhortos para que la paz regrese a las calles, sólo los efectivos franceses y los soldados de la fuerza africana de paz habían logrado detener algunos de los ataques de las turbas.

Djotodia, con evidente frustración, respondió que nadie podría resolver en apenas ocho meses la infinidad de problemas que padece la República Centroafricana.

«No soy Dios… Soy un hombre como ustedes. Y este país es vasto… 623 mil  kilómetros cuadrados (387 mil millas cuadradas)», había dicho a la prensa. «Los problemas continuarían aunque se trajera un ángel del cielo para que gobernara este país».

Durante mucho tiempo la República Centroafricana ha sido uno de los países con mayor inestabilidad en el mundo. Después del golpe en marzo de 2013, los rebeldes fuertemente armados ascendieron al poder y procedieron después a perpetrar atrocidades contra civiles.