Respecto a la deuda pública que dejaron los gobiernos de los presidentes Alfonso Portillo y í“scar Berger, analistas siguieren una renegociación, pues consideran hasta ahora se desaprovechó la oportunidad de cancelarla con los Bonos del Tesoro.

A 4.4 mil millones de quetzales asciende la deuda pública que se heredó de los dos pasados gobiernos y que, al parecer, se le trasladará al próximo mandatario, ya que ante la falta de fondos para cancelarla se plantea una renegociación de los compromisos.

«El Estado está en crisis y eso hay que entenderlo», manifestó el diputado uneista Mario Taracena, presidente de la comisión de Finanzas del Congreso de la República, luego de recalcar de positiva la recolocación de la deuda; «es un compromiso de Estado, venga el Gobierno que venga, las deudas continúan, ahora Guatemala tiene que enfrentar sus compromisos.»

Sin coincidir completamente con la solución, Ramón Parellada, analista del Centro de Estudios Económico Sociales (CEES), comentó que se solicitará una deuda nueva por el mismo monto y ésta «servirá para pagar ésta y se debe a que el Gobierno tiene demasiados gastos. En vez de haberlos bajado los está incrementando».

Por otro lado, el experto criticó las previsiones oficiales del presupuesto para el año entrante, ya que afirma que es completamente ajeno a la realidad nacional. «Está demasiado inflado, pero debiera incluir el pago de esta deuda».

Además, comentó que podrí­a haberse desaprovechado la oportunidad de cancelar completamente la deuda mencionada con la reciente aprobación y colocación de los Bonos del Tesoro, donde se dejaron de lado prioridades para cancelar deudas, y no se contempló el pago de la deuda mencionada.

«Este Gobierno no explica bien la integralidad de las cosas, es un manoseo de la información que comienza con el Presidente, sigue con el Ministro de Finanzas y el Presidente de la comisión de Finanzas del Congreso, no dan una información completa de por qué y para qué la aprobación de renegociar estos préstamos», indico Héctor Nuila, Jefe de la Bancada del partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

«Hay dos deudas que deben cancelarse, una de ellas se tiene conocimiento y es de la que se planea hacer la renegociación, la otra es una deuda se tiene desde el 2008, pero no se conoce el monto, eso lo tienen que aclarar, hasta que no se confirme y se detalle, con los votos de nuestra bancada no van a contar, no seguiremos dándoles cheques en blanco», manifestó.

Sin embargo, no parece existir otra alternativa más que prorrogar la deuda, de acuerdo con Pedro Prado, analista de la Asociación de Investigaciones Económicas y Sociales (ASIES), «no es que se exija que la deuda se continúe, es una necesidad que tiene el gobierno de turno ante la ausencia de otra fuente de recursos».

«No se puede emitir bonos y quedar con una deuda a cero, hay determinados lí­mites donde puede hacerse uso de esos recursos, siempre tendremos una deuda y el objetivo es tenerla en un nivel manejable.» Expresa Prado.

Considera que la insostenibilidad de recursos que tiene el Estado, genera muy poca solvencia para hacerle frente a todos los gastos, ya que el mecanismo que se ha utilizado es la deuda» y se ha usado mucho; el punto es que a lo largo de la historia, ante la falta de estrategias polí­ticas que llevan a una reforma tributaria que pueda incrementar los ingresos del estado, a los gobiernos de turno no les queda otro camino que asumir deuda.»

Sin embargo, la diputada Nineth Montenegro, jefa de la Bancada Encuentro por Guatemala, considera que el paí­s ha sido un buen pagador, «la deuda que habí­a entre interna y externa está entre Q78 mil millones. En este momento de crisis y dadas las transferencias que se han hecho a programas sociales, lo que hay es poco y lo que se tiene especificado no alcanza y los 400 millones recién aprobados se quieren usar para otros enseres que no son prioritarios y no todo es responsabilidad del Gobierno, el Congreso también es Responsable».

Según el analista de ASIES, la deuda actualmente es manejable, pero lo recomendable es que no crezca más de los niveles a los que está llegando.

Aparentemente todo apunta a que deba darse una reforma fiscal y tributaria, pero la diputada menciona que en estos momentos «no hay empleo, hay crisis y la gente está siendo afectada por los sistemas tributarios pedirle más a la población no es una solución, deberí­a de haber una readecuación presupuestaria, reducción de gastos de administración y recortes de presupuestos», indica la diputada.

Prado menciona que todaví­a no se dará un crecimiento en la deuda, es decir la deuda pública puede verse bajo el lente de qué capacidad financiera tiene el Estado para endeudarse más y «vemos que la carga tributaria en vez de incrementarse, baja y no hay señales siquiera de que el paí­s aumente su carga tributaria en el corto plazo y eso debiera frenar un poco más endeudamiento y reestructurar el presupuesto a fin de evitar seguir adquiriendo deudas».

«Guatemala está muy cerca de ya no poder tener la capacidad de endeudarse. La capacidad de pago, principalmente por la carga tributaria», puntualizó.