Un oficio de la Edad Media, extinto hace dos siglos, está siendo rescatado en España para salvar la economía de muchas amas de casa en tiempos de crisis. Con la aprobación de sacerdotes católicos de parroquias rurales, han regresado las plañideras (conocidas en algunos países como lloronas), mujeres que reciben dinero por rezar y derramar lágrimas por muertos que les son desconocidos. La tradición europea de las plañideras -que trabajan en el Día de los Muertos, en misas y fechas como aniversarios o fallecimientos- fue prohibida en el siglo XVIII.