Remedios contra el amor


Este es el nombre de un libro escrito por Ovidio, el cual trata acerca de cómo lograr desenamorarse de la persona por quien se ha sentido pasión y ha ocupado el centro de nuestras vidas; pero con la cual nos encontramos contrariados, por su falta de correspondencia o necesitamos no proseguir dentro de esta relación.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

Lo interesante es señalar cómo este libro y su antecesor «El arte de amar» fueron escritos años antes de la era cristiana y muchos de sus comentarios y recomendaciones continúan siendo vigentes en el momento actual. Este artí­culo pretende realizar un breviario de las recomendaciones vertidas por este escritor, tan sólo para darlas a conocer.

Ovidio hace una apelación a que los jóvenes burlados/as que encuentren en el amor tristí­simos desencantos, acudan a sus lecciones. Para ayudarlos a «extinguir las llamas crueles y liberar corazones que gimen en vergonzosa esclavitud».

Sugiere que todo cobra fuerzas con el tiempo. Es de apresurarse y no diferir dí­a tras dí­a la curación; de no emprenderla hoy, mañana te será más difí­cil.

* El amor es fecundo en pretextos y encuentra su alimento en demorar las resoluciones; el dí­a más próximo es el mejor para romper sus lazos

* Cuando la persona se encuentra colérica, sólo será fácil curarle cuando se deje tocar las heridas y se disponga a oí­r las voces de la razón.

* Después que vierta abundantes lágrimas y alivie el corazón atribulado, será el momento de moderar su dolor con persuasivas palabras.

* Rehúye la ociosidad que favorece al amor, lo sustenta una vez nacidos y es la causa y el alimento. Si vences la ociosidad romperás el arco de Cupido, y blanco de tu desprecio, caerán por el suelo sus antorchas apagadas.

* ¿Quieres ahuyentar al amor? El amor odia al trabajo; ocupa las horas, y tu salud quedará asegurada.

* El exceso de dormir, la indolencia, el juego de dados, el exceso en el beber que trastorna la cabeza, quebrantan las energí­as del ánimo.

* Cuanto más esfuerzo te cueste la separación, ponlo mayor en realizarla.

* El principio de mi arte exige grandes sacrificios, mas sólo cuesta trabajo vencer los primeros momentos.

* No pienses que basta huir, prolonga la ausencia hasta que el fuego pierda toda su fuerza y no se oculte una brasa bajo las cenizas.

* Ten presente todas las horas, las infidelidades y los defectos de tu ser amado «Â¡Qué mal formadas tiene mi amiga las piernas!», exclamaba, y, a decir verdad, no eran tan despreciables. Cuando puedas, mira desde el punto de vista más desfavorable las dotes de tu ser amado. Si parece modesto, desprécialo por insí­pido, Y haz el amor a plena luz, para observar detenidamente todos sus defectos.

* Más todaví­a: exhórtala/o con frases persuasivas a lucir las habilidades que menos posea, si carece de voz, exí­gele que cante. ¿Tiene feos los dientes?; cuéntale historietas que le provoquen a risa. ¿Lagrimean sus ojos?; háblale de cosas que la hagan llorar.

* La inspiración en versos religiosos te brinda remedios inocentes, así­ como la amistad es un bálsamo que cicatriza profundas llagas.

* Preséntate de improviso, sorprende, y observarás los defectos que le roben tu admiración.

* Cuando la inclinación se divide entre dos personas, la influencia de la una debilita el poder de la otra.

* Simula hallarte sano aunque te aflija la dolencia, y rí­e estrepitosamente cuando tengas motivos para llorar.

* El amor se nos introduce en el alma por la costumbre, y por la costumbre llega a olvidarse.

* El que confiesa a todos que no ama, ama todaví­a. Se extingue la llama con más seguridad poco a poco que pretendiendo ahogarla de súbito.

* Cuando el resentimiento desaparece, el amor, libre de lazos, se aleja con prontitud.