Dos misivas que se intercambiaron el escritor británico Ian Fleming, «el padre» de James Bond, y la mecanógrafa de sus libros, Jean Frampton, fueron rematadas ayer en 14.430 libras (28.800 dólares) en Dorset, suroeste de Inglaterra.
El comprador de la correspondencia entre Fleming y Frampton, a quien el escritor contrató para transcribir sus manuscritos, desea guardar el anonimato, indicó la casa de remates Duke, que había estimado las cartas en unas 2.000 libras (4.000 dólares).
Fleming se habría inspirado en Frampton – que era la primera en leer sus libros – para crear a uno de los personajes clave en las novelas de James Bond: Jane Moneypenny, la secretaria de «M», director de los servicios secretos británicos y jefe del agente 007.
Frampton fue su «Miss Moneypenny de carne y hueso», afirmó la casa de remates, recalcando que su rol no se limitó a transcribir las aventuras del agente secreto más famoso del mundo, sino que también opinaba sobre las tramas y complicaciones en que se iba metiendo Bond.
La correspondencia que se intercambiaron Frampton y Fleming en 1960 hace mención a algunos de los mejores libros del superespía, como «Thunderball» («Operación Trueno»), «Live and Let Die» («Vive y deja morir») y «The Man with the Golden Gun» («El hombre de la pistola de oro»).
El interés por esta correspondencia aumentó debido a que en mayo de este años se celebra el centenario del nacimiento del escritor británico, que será marcado con una esperada exhibición, «Sólo para tus ojos», que abrirá sus puertas la próxima semana en Londres.
En una de las misivas subastadas el viernes, Fleming pide ayuda a Frampton para uno de sus libros.
«He escrito una historia de James Bond, provisionalmente llamada «Thunderball». Estaría profundamente agradecido si usted empleara su mente siempre aguda en ayudar a que el libro tome forma», le escribió Fleming a la mecanógrafa.
«La señora Frampton era una dama inteligente. Tenía un título académico francés y disfrutaba de las novelas cuando las transcribía», señaló Amy Brenan, de la casa de remates.
«Ese interés le llevó a hacer sugerencias de cambios que Fleming recibió bien», explicó.
«Sigo lamentando el final de «Thunderball». ¿Qué hay de Blofeld, vivirá para luchar otro día?», le escribió Frampton al padre de 007, adjuntándole un recibo por su trabajo de mecanografía que se elevaba a 8 libras, 12 chelines y 6 peniques, que al cambio actual equivaldrían a unos 16 dólares.