Relevo en la PDH


Editorial_LH

Ayer la Comisión de Derechos Humanos del Congreso integró la terna que será sometida al pleno para que entre los tres profesionales del derecho nominados, se elija a quien será Procurador de los Derechos Humanos. No hay que ser adivino para entender que la elección del abogado Jorge de León Duque está prácticamente asegurada porque en la Comisión contó con el respaldo de la mayoría de bancadas del Congreso.


El relevo en la institución del Procurador de los Derechos Humanos llega luego de diez años de gestión del doctor Sergio Morales, quien aspiraba a un tercer período. Es importante ver que la Comisión no tomó en cuenta, ni lo hicieron los tribunales, la impugnación para impedir su reelección con base en lo que establece la ley ordinaria respecto a que el mandato de cinco años es improrrogable. Nosotros entendemos que si el Congreso, con las deficiencias que tiene y la incapacidad para conocer los asuntos importantes, no elige Procurador antes del vencimiento del período de Morales, éste no puede prorrogar su mandato ni un minuto más y la institución quedará acéfala, aunque volverlo a elegir es otro asunto.
 
  Hay que reconocer que Morales hizo una gestión aceptable al frente de la PDH, no sólo en la obligada defensa de los derechos humanos, sino también en su promoción y difusión para que la ciudadanía y especialmente la juventud entiendan el significado de ese concepto que ha sido manoseado en el país desde los años de conflicto cuando se hacía mofa de los derechos humanos hablando de que también habían “izquierdos humanos”, como si el asunto fuera ideológico.
 
  Al futuro Procurador le queda, empero, la enorme tarea de promover el respeto a los derechos humanos que tiene tanto que ver con el entendimiento de la importancia del Estado de Derecho, del régimen de legalidad y el fin de la impunidad en el país. Somos una sociedad acostumbrada a que prevalezca la ley del más fuerte y en donde el irrespeto a cualquier norma nunca recibe la sanción legal ni moral que corresponde.
 
  No es tarea fácil tutelar los derechos humanos en un país como Guatemala, donde el evidente desprecio hacia las libertades fundamentales del hombre es secular y ocurre en el marco de esa generalizada impunidad. Ojalá que quien resulte electo, y suponemos que será De León Duque, sepa asumir ese reto y entender la responsabilidad que significa para que al margen de posiciones políticas pueda promoverse entre todos los guatemaltecos un credo de respeto a la ley y a los derechos humanos en general.

Minutero
Habrá nuevo Procurador
de los Derechos Humanos
y será una ardua labor
la que se ponga en sus manos