El Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, instó el sábado a proveer herramientas que permitan el desarrollo del área rural de Guatemala, actualmente afectada por una crisis de falta de alimentos.
«No se trata solamente de dar apoyo económico o financiero, sino que la ayuda encaje en las políticas de desarrollo para las comunidades afectadas por la crisis alimentaria», destacó este sábado De Schutter al término de una visita de dos días en Guatemala.
Según datos oficiales, unas 94 mil familias padecen desnutrición crónica en el país, mientras que otras 400 mil corren el mismo riesgo por la falta de alimentos, principalmente debido a una sequía que afecta el llamado Corredor Seco, donde ya se reportan 25 decesos.
De acuerdo con el funcionario del organismo, la comunidad internacional debería apoyar los esfuerzos que realiza Guatemala para mejorar la seguridad alimentaria y promover un desarrollo inclusivo y sostenible.
«Se podría brindar apoyo a proyectos agrícolas que respeten el medio ambiente y los derechos de los trabajadores; no imponer condiciones en acuerdos comerciales que reduzcan aún más los recursos del Estado y que redunden en una competencia desfavorable para los productores locales», subrayó.
Para el Relator, también se podría impulsar el suministro de bienes públicos como embalses de aguas llovidas para la irrigación, la infraestructura en comunicaciones o centros de aprendizaje para que los agricultores aprendan a optimizar el uso de insumos externos.
De Schutter también denunció desigualdades en Guatemala «no se pueden tolerar», además de la «inaceptable» cantidad de personas que viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
«Un 50,9% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y el 15,2% vive en extrema pobreza. Todo ello redunda en niveles altísimos de mala nutrición que, se calcula, afecta a un 16% de la población», detalló.
Además, De Schutter añadió que Guatemala tiene un Estado pobre e incluso «débil», toda vez que en 2009 los ingresos tributarios representaron un 9,9% del PIB.
«Esta cifra se queda muy corta para cumplir con las obligaciones hacia el pueblo guatemalteco», sentenció, además de afirmar que Guatemala es un «ejemplo extremo» de la crisis alimentaria que se vive en varios países de Latinoamérica.