«Hospitales Nacionales están enfermos y necesitan oxígeno», asegura el Relator Especial de las Naciones Unidas en su visita a Guatemala.
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El Relator especial sobre el derecho a la salud, Anand Grover, manifestó que la red hospitalaria en el país es grave, «a las áreas rurales y a los indígenas no les llega la salud, ante esto se tiene que invertir más o crear más centros de salud, ya que estos se basan solamente en las área urbanas».
Grover opina que Guatemala tiene un caso grave en términos de muertes maternas, situándose arriba de los países centroamericanos y latinoamericanos. «Son alarmante los casos de muertes maternas, y ante esto los casos de aborto en Guatemala son ilegales, pero deberían de legalizarse», expresó.
Asimismo manifestó «que los rezagos en la salud se deben al conflicto armado interno que vivió el país por más de 35 años».
En el caso de los hospitales a nivel nacional, dijo: «las redes hospitalarias están enfermas, tanto médicos como las entidades de salud, siendo esto gravísimo; esto podría ser solucionado con buenas inversiones.»
En el tema de los medicamentos, Grover recomendó que en lugar de realizar las compras abiertas estas se realicen por medio de la OPS/OMS.
«La red hospitalaria está enferma y hay que darle oxígeno», manifestó el Relator Especial Anand Grover, asegurando que si pudiera volver regresaría en diez años y en ese tiempo espera que los servicios de salud sean mejores, sin discriminación, que se preste buena atención, que se incremente el número de médicos en los hospitales, así como capacitarlos para mejorar la atención para la población»
Dentro del informe preliminar, el Relator Especial informó que los pueblos indígenas de Guatemala han afrontado sistemáticamente el racismo, la exclusión, la discriminación y la marginación; así como la falta de respeto hacia sus prácticas y la prestación de los servicios de salud.
Existe una alarmante escasez de recursos de salud dedicados a los pueblos indígenas de Guatemala; por ejemplo, la tasa de mortalidad materna entre las mujeres indígenas es tres veces mayor a la de no indígenas; las tasas de mortalidad infantil entre las edades muestra una disparidad similar; además, otras enfermedades prevenibles prevalecen en las comunidades indígenas debido a la falta de alimentos y de agua limpia y potable; así también se informó que la prevalencia de desnutrición crónica es de 70 por ciento en áreas rurales.