Desde noviembre de 1998, cuando el huracán Mitch golpeó el territorio nacional, Cuba inició varios programas de cooperación con Guatemala. Las brigadas médicas que abarcan a 17 departamentos, más de 900 estudiantes becados en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (ELAM), y la reciente inauguración de dos hospitales oftalmológicos totalmente equipados, son algunos de los proyectos que Cuba ha brindado a nuestro paí­s en los últimos años.

A finales de febrero, la Secretarí­a de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), y el Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica de Cuba (Minvec) sostuvieron la quinta reunión de la comisión mixta intergubernamental para el desarrollo, con el fin de evaluar los programas de cooperación entre los dos paí­ses.

En el acta de la reunión los representantes guatemaltecos y cubanos reconocieron que la «ejecución de los diferentes proyectos se ha visto afectada por la escasez de recursos financieros, debido a limitaciones presupuestarias de ambos paí­ses».

«Somos naciones muy pobres, por lo que debemos priorizar nuestras necesidades», comentó Rolando Barroso, encargado de comunicación de la embajada de Cuba en Guatemala. «Existen intereses por parte de Guatemala y Cuba, y en la última reunión se establecieron proyectos adecuados a nuestras economí­as y viables para su ejecución», aseguró.

Barroso indicó que la última visita a Cuba, en noviembre de 2006, del vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, y de varios empresarios guatemaltecos, permitió identificar algunos intereses de desarrollo cientí­fico, principalmente en materia de biotecnologí­a.

Sin embargo, para la ejecución de los proyectos planificados se fijó un plazo de 60 dí­as hábiles en los cuales se debe dar respuesta al problema financiero. De lo contrario, agrega el acta «las actividades o proyectos se darán por cancelados».

Las delegaciones establecieron dos opciones ante el problema: la cooperación descentralizada y triangulaciones financieras con otros paí­ses.

Por su parte, Juan Antonio Flores, subdirector de Cooperación Internacional Bilateral de Segeplan, indicó que la fecha lí­mite se acordó para no dejar ningún proyecto en el tintero sino garantizar su ejecución.

«En años anteriores no hemos puesto fecha lí­mite y se da que al final del año muchos compromisos no los hemos cumplido», aseguró Flores.

En cuanto al financiamiento de los proyectos, el funcionario aseguró que se realizó una gestión a través de la Comisión Presidencial para los Derechos Humanos (Copredeh). «Sólo estamos esperando la aprobación de Cuba para iniciar estos programas a finales de abril o inicios de mayo», sostuvo.

Becas estudiantiles

Desde 1999 hasta la fecha, 944 estudiantes guatemaltecos han recibido becas para estudiar medicina en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas (ELAM). También se otorgaron 74 becas para estudios en otras disciplinas. Sin embargo, el Gobierno de Guatemala solicitó a su par cubano la ampliación de estas plazas.

«Se realizó un diagnóstico, el cual reveló la importancia que tienen en todo el paí­s las becas de Cuba y la gran demanda que existe de las mismas», establece el acta firmada por la representante de Segeplan.

Existe «la necesidad de contar con un sistema de registro estadí­stico de los solicitantes de becas y de los graduados en Cuba para darles seguimiento y apoyo a los profesionales», agrega.

El encargado de comunicación de la embajada cubana en nuestro paí­s, Rolando Barroso, aseguró que la formación que reciben los estudiantes becados es especial, ya que están dispuestos a servir en lugares donde hay dificultad para el acceso.

Nora López, una de las estudiantes que se graduaron de la ELAM y que se encuentra en el Hospital Nacional de Cuilapa realizando prácticas de incorporación, coincidió con la apreciación de Barroso.

«La educación en Cuba es diferente. Nos recordaron en todo momento que debemos atender a cualquier paciente sin importar la pertenencia étnica o posición económica,» aseguró López. «Nuestro objetivo al terminar los estudios en Cuba es regresar a Guatemala para ayudar a la gente más necesitada. Es una medicina muy humanitaria», dijo.

Por un pueblo sano

Dentro del contexto de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), Cuba y Venezuela han impulsado Operación Milagro, un proyecto sanitario que busca devolver la vista a por lo menos 6 millones de personas de toda América Latina durante un perí­odo de 10 años.

Guatemala, al igual que México, Brasil, Ecuador, Uruguay y otros paí­ses latinoamericanos, se han beneficiado con este programa. Más de mil personas han sido trasladadas a La Habana para ser intervenidos quirúrgicamente.

«Yo tuve una experiencia inolvidable porque me operaron y me atendieron sin tener que pagar nada», dijo Juan Martí­nez de 50 años, quien viajó junto con otros 45 compatriotas para una operación por cataratas.

«La estancia allá fue muy agradable. Uno quisiera que los médicos y las enfermeras de Guatemala se comportaran como los cubanos porque son muy amables», agregó.

Martí­nez asegura que antes de la operación habí­a perdido por completo la vista. «Recuperé mis ojos en un 110 por ciento», finalizó.

Para abaratar los costos y estrechar las relaciones entre los dos paí­ses, Cuba decidió inaugurar dos hospitales oftalmológicos completamente equipados y atendidos por médicos y personal cubano. Uno fue abierto al público en San Cristóbal Verapaz en Alta Verapaz y el otro en Jalapa en 2006.

Desde entonces, más de 6 mil personas se han operado por problemas visuales sin ningún costo.

De condenas y condenas

Cuba enfrenta una dura situación económica provocada principalmente por el bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos desde 1961. Las autoridades cubanas han calificado esta agresión económica como un delito internacional de corte genocida.

De acuerdo con el Gobierno de Fidel Castro, durante los 46 años que ha durado esta polí­tica de Washington, la isla ha perdido alrededor de 86 mil millones de dólares.

Cada año, la representación diplomática cubana acude a la Asamblea General de las Naciones Unidas para presentar una moción contra esta medida. En la resolución de noviembre de 2006, Cuba alcanzó 183 votos a favor, 4 en contra (Estados Unidos, Israel, Islas Marshall y Palau) y 4 abstenciones. Guatemala ha votado en contra del bloqueo.

Sin embargo, nuestro paí­s también vota a favor de la resolución que año con año Estados Unidos impulsa a través de otros paí­ses contra Cuba por supuestas violaciones a los Derechos Humanos.

Para Carlos Escobedo, analista internacional, esta postura puede verse como una incongruencia de la polí­tica exterior del paí­s que emana de su relación con Estados Unidos.

«Esta polí­tica se ejerce y se justifica en buena medida por lo que el paí­s norteamericano le ha ofrecido a Guatemala. No asumir un rol es una actitud irresponsable que puede incidir en la disminución de la ayuda», aseguró.

Ante la posibilidad de que esta postura ponga en peligro los proyectos de cooperación entre los dos paí­ses, Rolando Barroso, encargado de comunicación de la embajada cubana en Guatemala, aseguró que no debe haber preocupación.

«La colaboración que Cuba brinda a los diferentes paí­ses del mundo no tiene tinte polí­tico; no se condiciona», aseguró Barroso. «Partimos del respeto de los gobiernos, de lo contrario, no tuviéramos a nadie en Guatemala», afirmó.

Un ejemplo de ello, dijo Barroso, fue durante el último terremoto en Pakistán, que sin contar con relaciones diplomáticas con Cuba se desplegaron varias brigadas médicas en la región para atender a la población afectada.

«Nos interesa la población. Otra muestra fue durante el paso del huracán Katrina por Florida en Estados Unidos», explicó. «Cuba ofreció 600 médicos pero el presidente George W. Bush no los aceptó».

Un buen aliado: buenos resultados

Para el analista internacional Carlos Escobedo, a Guatemala le conviene mantenerse como un socio estratégico de Cuba ante los cambios que se puedan dar en la isla. «No es que el sistema socialista esté mal implementado pero, como dijo Juan Pablo II, es necesario que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba», afirmó.

El analista agregó que esta transición ha sido impulsada desde el Gobierno de Fidel Castro, pero el bloqueo económico no se lo ha permitido.

«Cuando el bloqueo desaparezca, Guatemala debe tener la capacidad de generar inversiones y de establecer un verdadero intercambio comercial para lograr una mejor presencia en el Caribe y en Europa», finalizó el analista.

De esta manera, Guatemala deberá asegurar el incremento de la cooperación ante la posibilidad de perder la preferencia de Cuba por las posibilidades que ofrecen otros gobiernos de la región: Honduras que acaba de restablecer las relaciones diplomáticas con la isla y Nicaragua con la llegada de Daniel Ortega al poder.