Según la Pastoral de Movilidad Humana, de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), en varias comunidades del municipio de Tajumulco, San Marcos, los narcotraficantes continúan involucrando a los pobladores de escasos recursos en la siembra de droga.

ílvaro Ramazzini, presidente de la CEG, indicó: «Hay territorios donde se está sembrando droga porque da mucho más dinero a los campesinos, ya que en esos lugares no se implementan programas de desarrollo que satisfagan sus necesidades».

El sacerdote recordó que en reiteradas ocasiones han denunciado tal abuso, empero las autoridades han hecho caso omiso para buscar soluciones, por lo que no descartó que existan muchas zonas más donde suceden situaciones similares.

Sin soluciones humanas

En conferencia de prensa, Ramazzini manifestó de nueva cuenta la preocupación e indignación que la Iglesia Católica siente por la prepotencia y el incremento de los procesos de irrespeto al ser humano, al referirse a las violaciones a los derechos que los migrantes indocumentados sufren tanto en México, Estados Unidos y en la Comunidad Europea.

A criterio de Ramazzini, los gobiernos de estos paí­ses no quieren buscar soluciones humanas a los problemas que afrontan los inmigrantes.

«La CEG se une y apoya las demandas y gestiones de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos para que el Gobierno (de ese paí­s) realice y cree una polí­tica migratoria integral que tome en cuenta la unidad familiar, el respeto a los derechos humanos y la dignidad a los inmigrantes», recalcó el párroco.

Migración no se detiene

El prelado señaló que la migración indocumentada no ha disminuido, sino que se ha desplazado por nuevas rutas, usando ví­as más peligrosas debido a las polí­ticas y las leyes de migración cada vez más restrictivas.

«Esto sigue provocando muertes en las fronteras por los cruces en áreas geográficas de clima hostil o con infraestructura peligrosa. La vulnerabilidad de los migrantes se agudiza, aumenta el número de muertes, mayor dependencia de los coyotes y un mayor costo para llegar al destino», enfatizó Ramazzini.

De acuerdo con estadí­sticas proporcionadas por Mauro Verzeletti, miembro de la PMH, en lo que va del año se han deportado 18 mil migrantes desde Estados Unidos, mientras que los expulsados desde México superan los 50 mil.

Ramazzini también se refirió a los procesos de globalización como «promotores de las inequidades e injusticias, ya que sólo incrementan la brecha entre los que tienen más recursos y los que no los poseen». También calificó el enví­o de las remesas que hacen los connacionales desde los Estados Unidos, como «la ayuda de los pobres a los pobres».

Finalmente, la CEG exhortó a las autoridades del Ejecutivo y Legislativo, para que «promuevan y defiendan la dignidad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes y refugiados dentro y fuera de nuestro paí­s».