Los dos activistas argentinos de la organización ambientalista Greenpeace que fueron detenidos en Rusia por intentar subir a una plataforma petrolera de Gazprom regresaron hoy al país y prometieron continuar su lucha contra la contaminación del Ártico.
«Voy a seguir estudiando, trabajando y luchando por mis ideales porque es lo más importante que uno puede hacer en la vida. Tengo la convicción de que hay que defender el planeta para las próximas generaciones», declaró Camila Speziale tras arribar al aeropuerto internacional de Ezeiza, cercano a Buenos Aires.
Speziale y Hernán Pérez Orsi coincidieron en cuestionar su detención en Rusia. «Fue muy dura la reacción de Rusia, desmedida y violenta», denunció Pérez Orsi.
«A mí me secuestran en aguas internacionales en forma ilegal. Estábamos encerrados ahí por una razón totalmente ilógica. El aislamiento es lo peor que le pueden hacer a una persona, el no saber qué puede pasar y el sentimiento de injusticia», señaló en tanto Speziale.
«Ahora Gazprom empezó a hacer las perforaciones de petróleo y estoy totalmente indignada», aseveró.
Los activistas fueron arrestados en septiembre después de subir desde el barco de Greenpeace «Arctic Sunrise» a una plataforma petrolera en el Mar de Pechora para protestar contra los trabajos de perforación en el Ártico. De haber sido declarados culpables, podrían haberse enfrentado hasta siete años de cárcel.
Más de 20 de los activistas del «Arctic Sunrise» recibieron las visas de salida. Dependiendo de su nacionalidad, unos pocos no las necesitaban y estaban en condiciones de abandonar Rusia inmediatamente después de que ese país retirara el miércoles los cargos por vandalismo contra 28 activistas y dos periodistas. El barco de Greenpeace continúa en tanto retenido en Rusia.