El clérigo Muqtada al-Sadr, quien encabezó varias rebeliones chiíes contra las fuerzas estadounidenses en Irak antes de exiliarse en el vecino Irán hace casi cuatro años, regresó a Irak, dijeron hoy funcionarios.
El retorno de al-Sadr, de 36 años, cierra el resurgimiento de su movimiento político, luego que sus seguidores fueron derrotados por las fuerzas iraquíes y de Estados Unidos y dieron señales de desvanecerse hace pocos años.
El buen desempeño que mostró su bloque político en las elecciones parlamentarias del año pasado y su apoyo clave para el primer ministro Nuri al-Maliki allanaron el camino para que el clérigo pudiera regresar al país el miércoles.
No estaba claro en lo inmediato cuánto tiempo se quedaría en Irak ni si planeaba permanecer en el país en forma permanente. Su presencia estable marcaría un cambio radical en el escenario político.
Mohamad al-Kaabi, funcionario sadrista en Bagdad, dijo que el clérigo estaba en la casa de su familia en la ciudad santa de Nayaf, en el sur de la capital y que él lo visitaría allí.
Un funcionario de la oficina de al-Maliki que pidió no ser identificado confirmó que al-Sadr llegó a Nayaf en un avión la tarde del miércoles.
Cientos de seguidores del clérigo comenzaron a reunirse frente a su casa, mientras que otros acudían al importante santuario chií del Imán Alí, entre versiones de que al-Sadr había estado allí para visitar la tumba de su padre antes de ir a su hogar.
Al-Sadr no se ha mostrado en público en Irak desde 2007 y hasta fue blanco de una orden de arresto en cierto momento, por su presunta participación en el asesinato de otro clérigo chií considerado su rival, poco después de la invasión estadounidense de 2003.
Hasta ahora, vivía en Qom, Irán, donde estudiaba el islam e hizo muy pocas visitas públicas a otros países.