Reglas básicas para una vida más saludable


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Si hoy le aplicaran un examen para determinar si tiene una vida saludable, ¿lo aprobaría? Esa es una pregunta que debería hacerse con frecuencia y en especial si tiene a cargo a su familia. Si le interesa saber su calificación debe revisar si usted aplica o no las Cinco Reglas Básicas para tener una vida saludable.

Redacción LA HORA
lahora@lahora.com.gt

Su cumplimiento no es complicado, al contrario, están diseñadas para que la inmensa mayoría de la población las ponga en práctica con facilidad.

La primera es realizar actividades físicas en forma regular, 30 minutos diarios.  Además, procure llevar una alimentación adecuada, no hay alimentos buenos ni malos, sólo dietas balanceadas.
La tercera, incluya alimentos de todos los grupos de nutrientes en cada una de las comidas.
La cuarta, aumente el consumo de frutas y verduras, un mínimo de 5 porciones al día.
Y por útlimo, hidrátese lo suficiente tomando de 9 a 14 vasos con agua al día.

Puesta en marcha

No es casualidad que la primera de esas reglas sea la actividad física, dados sus múltiples beneficios en diversos campos de la salud física y emocional.

Raquel Tejada, doctora en medicina y nutrición clínica y pediátrica, explica que “la actividad física está relacionada positivamente con la buena salud cardiorrespiratoria en niños y jóvenes.

Además, la participación en actividades de fortalecimiento muscular dos o tres veces por semana mejora considerablemente la fuerza de los músculos. Para este grupo de edades, las actividades de fortalecimiento muscular pueden realizarse espontáneamente en el transcurso de los juegos en instalaciones apropiadas como lo es subirse a los árboles, o mediante movimientos de empuje y tracción, como por ejemplo halar la cuerda o escalar algún árbol pequeño con varias ramas.

Si el día tiene mil 440 minutos, programe 30 de ellos para realizar actividad física. No requiere estar en un gimnasio o correr una maratón, únicamente decidirse a sentarse menos y a moverse más, ya sea caminando, bailando, lavando su vehículo, subiendo escaleras, en fin, todas aquellas actividades que agiten positivamente su día.

Cada persona requiere de una cantidad mínima de ejercicio. Analice sus requerimientos y recuerde que los beneficios de la actividad física (y los riesgos de salud asociados a la inactividad) se extienden más allá del control del peso. Según el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), pocas decisiones relacionadas con el estilo de vida tienen un impacto tan grande en la salud y el bienestar como realizar actividad física de forma habitual.

Las investigaciones muestran que la actividad física no sólo reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes, pues mejora el control de estas enfermedades, sino que además, ayuda a mejorar el sueño y manejar el estrés.