En tanto, desde Managua, Zelaya anunció que planea regresar al país a partir del jueves, con otros compatriotas suyos, por vía aérea, terrestre o marítima, e hizo responsable al jefe de las Fuerzas Armadas de su país, Romeo Vázquez, de lo que le suceda a él y su familia cuando regrese.
«Si a mí me pasa algo, a mi familia o a mis hijos, el único responsable será el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras. El único responsable será Romeo Vázquez», dijo Zelaya en una conferencia de prensa en la embajada de Honduras en Managua.
En una carta dirigida por la vicecanciller (de facto) Martha Lorena Casco al embajador de Venezuela, Armando Laguna, ésta le pide «el retiro dentro del plazo de 72 horas del personal diplomático, administrativo, técnico y de servicio de la misión diplomática en Venezuela», informó la cancillería.
Venezuela, al igual que el resto de la comunidad internacional, no ha reconocido al gobierno de facto de Roberto Micheletti.
La cancillería tomó esta decisión a raíz de las «amenazas al uso de la fuerza, la intromisión a los asuntos exclusivos, así como el irrespeto a la integridad territorial» de las autoridades venezolanas en la crisis hondureña.
A su vez, la cancillería «está retirando todo el personal de la embajada de Honduras en Caracas», concluyó la nota.
El encargado de negocios de la misión diplomática venezolana, Ariel Vargas, dijo a la AFP que no se irán del país porque la orden fue dictada por un gobierno «golpista».
Zelaya también desconoció la decisión del gobierno de Micheletti de expulsar a los diplomáticos venezolanos, lo que dijo es «nulo y no vinculante» porque emana de un régimen que el mundo ha desconocido.
Desde que Zelaya fue derrocado el 28 de junio, Chávez ha sido su aliado internacional más activo, prestándole el avión para su regreso fallido a Tegucigalpa o llamando al ejército hondureño a levantarse contra el gobierno de facto de Micheletti (al que se refería como «Gorileti»).
De este modo, el gobierno de facto abre otro frente con la comunidad internacional, después de rechazar las presiones de Estados Unidos y la Unión Europea para aceptar el regreso de Zelaya.
Zelaya anunció que planea regresar a su país con gente que agrupará en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, a partir del jueves cuando terminan las 72 horas que pidió el mediador, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
La delegación de Zelaya que participa en la negociación anunció que no tiene previsto viajar a San José si su contraparte no acepta antes el plan del mediador, dijo a la AFP desde Guatemala Milton Jiménez, uno de los negociadores.
«No tiene sentido que nosotros nos movilicemos, no tenemos ni siquiera recursos para estar movilizándonos, sólo para escuchar la misma perorata y la misma retórica barata», dijo Jiménez, ex canciller del gobierno de Zelaya y uno de sus hombres de confianza.
En cambio, Zelaya sí tiene previsto asistir a la Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, en Costa Rica, del 27 al 29 de julio, según anunció la presidencia costarricense.
Centenares de personas marcharon en Tegucigalpa para exigir el retorno de Zelaya y gritaron consignas contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti, comprobaron periodistas de la AFP.
En otro ámbito, empresarios que apoyan a Micheletti lo instaron a subir los impuestos para afrontar medidas como el recorte de fondos de la Unión Europea, que decidió congelar 65,5 millones de euros (92 millones de dólares) de ayuda directa al gobierno y limitar al máximo los contactos.
«Hasta que se encuentre una solución negociada, la UE seguirá restringiendo los contactos a nivel político con los representantes del Gobierno de facto», subrayó este martes la presidencia sueca de la UE en un comunicado.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, había llamado el domingo a Micheletti para recordarle el «impacto significativo en términos de ayuda» que sufriría Honduras si no aceptaban los planteamientos de Arias, que incluyen la restitución de Zelaya.
El Congreso hondureño, dominado por los partidarios del gobierno de facto de Roberto Micheletti, aprobó este miércoles la Ley de Presupuesto 2009, que estuvo paralizada durante 10 meses mientras estaba en el poder el depuesto mandatario Manuel Zelaya, informó un legislador.
«En 12 a 15 días hemos aprobado lo que estuvo más de 10 meses» bloqueado en el Congreso, dijo el diputado Gonzalo Rivera al canal Televicentro.
La ley establece un presupuesto para este año de 112.000 millones de lempiras (unos 5.890 millones de dólares), inferior al que contemplaba el proyecto de Zelaya, y fue aprobada la madrugada de este miércoles, dijo Rivera.
El 50% de esta cifra ya se encuentra ejecutada, agregó el legislador.
Sólo cinco diputados, de los más de 120 miembros del Congreso hondureño, se han opuesto al golpe de Estado del 28 de junio y exigen la restitución de Zelaya en el poder.
Los gremios empresariales, que apoyan al gobierno de facto, propusieron a Micheletti el lunes que elevara los impuestos para balancear el presupuesto, ante los recortes de ayuda por parte de la comunidad internacional.
El gobierno de facto hondureño de Roberto Micheletti prorrogó este martes el toque de queda nocturno, según anunció en una cadena nacional de radio y televisión.
El toque de queda partirá a la medianoche y culminará el miércoles a las 04:30 horas de la mañana, según el anuncio transmitido este martes poco después de las 21:00 horas locales de hoy, tres horas antes del inicio de la restricción.
«La Presidencia de la República al pueblo hondureño comunica que se ha resuelto poner en vigencia el toque de queda», dijo un locutor que hizo el anuncio oficial.
El gobierno que asumió tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya el 28 de junio mantuvo el toque de queda durante quince días y, tras suspenderlo durante cuatro días, lo restituyó hace una semana.
Desde entonces lo ha prorrogado diariamente.