Refundar el Estado para incluir a los pueblos indí­genas


Rosalina Tuyuc:

Desde 1524, cuando los conquistadores españoles tocaron tierras guatemaltecas, los pueblos indí­genas han sufrido de exclusión y discriminación, lo que les ha convertido, a través del tiempo, en el sector mayoritario de la población con los más altos í­ndices de pobreza y subdesarrollo, situación que se traduce, por ejemplo, en menor acceso a los servicios básicos y a los puestos de poder.

K’atin Nuestra Palabra, visionelectoral@akatin.com

Durante la Reforma Liberal, a los pueblos indí­genas se les arrebataron las tierras comunales. Con los gobiernos militares se les condenó a desempeñar tareas forzosas y sus derechos ciudadanos fueron prácticamente anulados. La Comisión de Esclarecimiento Histórico que actuó bajo el auspicio de la ONU, denunció en su informe «Guatemala Memoria del Silencio» que durante el conflicto armado se implementaron polí­ticas represivas contra los pueblos indí­genas y hubo genocidio.

Actualmente se estima que el 60% de la población guatemalteca es indí­gena, sin embargo, su representación es mí­nima en las diferentes instituciones del Estado. El reto, es generar una participación equitativa y garantizar el respeto a las costumbres, la espiritualidad, la cultura y la cosmovisión de todos los pueblos.

«Refundar el Estado»

Diversas organizaciones polí­ticas han permitido una mayor inclusión de los pueblos indí­genas en los espacios de poder. Sin embargo, las personas consultadas por «Visión Electoral» afirmaron que esto no alcanza.

Rosalina Tuyuc afirmó que se debe apostar a una «refundación del Estado», en la cual los pueblos indí­genas tengan una representación equitativa, al igual que los demás pueblos que viven en el paí­s.

Amí­lcar Pop, presidente de la Asociación de Abogados Mayas, respaldó el planteamiento pero precisó su contenido: «La refundación del Estado debe abarcar reformas en la participación polí­tica, en el marco legal y en el sistema de resolución ideológica para fortalecer la cohesión social».

Pop aseguró que la exclusión promovida desde la institucionalidad del Estado ha sido y es una de las causas de la pobreza y pobreza extrema en los pueblos indí­genas. «Esto provoca un conjunto de efectos de exclusión en el sistema de justicia y en el acceso a los servicios públicos», sostuvo. Por ello, según Pop, se necesita una medida como «la refundación del Estado» que impacte «sobre el sistema económico, polí­tico y social del paí­s».

Pop, destacó que los derechos de los pueblos indí­genas deben reconocerse como parte integral del Estado. «El sistema jurí­dico indí­gena debe reconocerse como parte del Sistema Nacional de Justicia, junto con la justicia legal y los medios alternativos para la resolución de conflictos».

El catedrático universitario Máximo Ba Tiul, también coincidió con el reclamo y precisó: «Refundar el Estado implica nuevas relaciones de poder». Para ello y para superar la exclusión de los pueblos indí­genas, según Ba Tiul, también se hace necesario «construir un nuevo modelo de movimiento social».

Ba Tiul, señaló que para la construcción de un Estado plural, se debe concebir la participación de los pueblos indí­genas «a partir de un Estado Nación». «Guatemala es un paí­s, pero con varias naciones, que tienen el derecho de resolver sus propios asuntos y sus propias formas de desarrollo», sostuvo.

De acuerdo con el catedrático universitario, «el actual sistema económico y social de Guatemala no permite una verdadera inclusión de los pueblos indí­genas ni garantiza el reconocimiento de sus derechos». «El concepto del Estado plural no es el proyecto multicultural neoliberal, sino aquel en donde se permite a los pueblos indí­genas desarrollarse en un ambiente autonómico, que implica el derecho a su autogobierno», agregó.

Para Rosalina Tuyuc, a los problemas institucionales deben agregarse aspectos de justicia social y problemas que reclaman soluciones urgentes. «Es importante dotar a los pueblos de los recursos necesarios para acceder al desarrollo social. La tierra es uno de los aspectos principales que exigen los pueblos indí­genas para generar el desarrollo», indicó.

Recordó también que «para las mujeres indí­genas la situación es peor, pues son triplemente discriminadas: por ser pobres, por su condición étnica y por su sexo».

Tuyuc subrayó que los pueblos indí­genas «se encuentran en una situación de subdesarrollo, en comparación con la situación de la población mestiza, que tiene mejores accesos a los servicios y a las oportunidades».