Miembros de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) construyen actualmente en el Sáhara «refugios» ultraprotegidos contra posibles ataques aéreos, afirman a la AFP fuentes coincidentes en Malí.
«Tenemos informaciones verificadas, cotejadas, que nos permiten subrayar que actualmente AQMI está construyendo especies de «búnkeres», refugios, para protegerse de los ataques en el desierto común en Malí y en Argelia», asegura una fuente de seguridad malí en la región de Tombuctú (900 km al nordeste de Bamako).
«Si duda alguna, estas personas (islamistas) se dotan de medios para conseguir sus objetivos», agrega la misma fuente, que ocupa un cargo destacado en el puesto de comando operacional instalado en el Norte para temas de seguridad.
«Tenemos la misma información», confirma una fuente oficial originaria de un país vecino de Malí.
«Los «terroristas» (militantes de AQMI) viven actualmente con el miedo de ser atacados con medios aéreos, por eso construyen refugios en zonas montañosas, pedregosas».
Según la misma fuente, ya hay «refugios-fortalezas construidos entre el desierto malí y el argelino y un inicio de construcción de estos mismos refugios hacia la frontera nigeriana».
Por el momento es muy difícil poner la mano encima a los combatientes islamistas, organizados y muy móviles en el Sáhara, donde prosperan gracias a los rescates que cobran a cambio de la liberación de rehenes occidentales y a su implicación en diferentes tráficos.
Pero desde hace varios meses, países como Francia y Estados Unidos reiteran su intención de ayudar a los Estados sahelo-saharianos a luchar contra el terrorismo.
El Sáhel es una franja de territorio entre el Magreb y el ífrica subsahariana.
Y para expulsar a las unidades de AQMI, los expertos insisten en la necesidad de emplear medios aéreos.
«Creo que el hecho de ver a todos los países de la zona participar en una lucha global preocupa a los islamistas, y es probable que por eso hayan decidido tomar precauciones», comenta Sumeylu Bubeye Maiga, ex ministro de Defensa malí.
«Los islamistas quieren convertir el Sáhara en su zona de influencia. Toman por ejemplo rehenes, seguro que para tener dinero, notoriedad, pero también para desanimar a aquellos que mañana puedan tener ganas de competir con ellos por el control del Sáhara», añade Sumeylu Bubeye Maiga, que fue jefe de los servicios de inteligencia malíes.
El profesor universitario malí Hamed Maiga investiga actualmente sobre la nebulosa de Al Qaeda y suele viajar por esas tres regiones del norte de Malí.
«Por la noche, en las zonas montañosas y pedregosas donde los islamistas construyen refugios contra ataques aéreos, varios testigos dicen que se oyen ruidos de máquinas», cuenta.
Según Hamed Maiga, los combatientes islamistas también colocaron minas cerca de sus principales «cuevas» en el desierto. «Tras haber hecho que sean seguros los caminos terrestres que llevan a ellos en el Sáhara, intentan ahora protegerse de eventuales bombardeos aéreos», afirma Maiga.
«También es, por su parte, una voluntad de instalarse de forma duradera en el Sáhara y el Sáhel», concluyó. «Sino podrían huir de la zona, para evitar ataques».