Reforma fiscal… ¿justa o injusta? (II)


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En cuanto a modificar el Impuesto de 3% de Pago de Timbres sobre la entrega o reparto de utilidades y dividendos, transformándolo en un pago del 5% de impuesto específico, es algo que no tiene mayor trascendencia o impacto tributario por cuanto si ya no van a pagar el 32% de Impuesto Sobre la Renta, sino máximo el 25%, se están ahorrando un 7%. Por consiguiente, qué importa pagar un 2% más sobre el reparto o entrega de utilidades si todavía les queda un beneficio o enriquecimiento adicional de un 5%.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

 


Por ello, la primera reacción de los profesionales que integran Cacif actualmente fue que en principio no objetaban las reformas de impuestos porque la veían integral. Por supuesto que es integral porque beneficia a sus empleadores, la cúpula económica, a los industriales o grandes empresarios que no van a pagar más sino pagarán menos.
Por el contrario, a los que sí afectará serán a los profesionales y a los asalariados a quienes la tasa mínima de pago de Impuesto Sobre la Renta, como ya se señaló, se les incrementaría en un 40%. Por ello es que lo que se está proponiendo es un aumento tributario injusto. Es más, los pequeños ahorrantes en el sistema bancario o en los bonos del tesoro tienen que pagar el 10% sobre las utilidades o dividendos en las sociedades mercantiles. Como bien lo sabe el nuevo gobierno, utilizando el argumento de uniformar los tributos en Centroamérica, el 10% de impuesto en las utilidades sería ponernos en un nivel similar al de Honduras y El Salvador y a quienes se afectaría sería al máximo del 5% de los contribuyentes, correspondiente al porcentaje o percentil de más altos ingresos en el país.

La decisión de crear el Impuesto a la Primera Matrícula de Vehículos no es más que el remplazar el pago de aranceles que ha quedado suprimido y el establecer un impuesto según el valor del mercado de los vehículos que se importen. Nuevamente es algo que afectará principalmente a la clase media asalariada y profesional, quienes constituyen el 90% de los consumidores de vehículos automotores. Siendo una sustitución de cobros impositivos no tiene una gran variación.

En resumen, la propuesta de reforma de impuestos tiene los siguientes efectos:
1) beneficia a la totalidad de la supercúpula económica y a la gran mayoría de empresas afiliadas a las cámaras que integran Cacif, al reducirles la tasa de Impuesto Sobre la Renta.
2) La propuesta de incrementar del 5% al 7% el Impuesto Sobre la Renta perjudica a los profesionales en su totalidad y a la gran mayoría de asalariados del país que integran la totalidad de la clase media. Ese 40% de aumento lo pagarán improcedentemente quienes comparativamente reciben menos ingresos que los miembros de la supercúpula económica y los grandes empresarios.
3) El suprimir la planilla del Impuesto del Valor Agregado como deducción del pago del Impuesto Sobre la Renta a favor de los profesionales y trabajadores será el mayor estímulo para que se deje de solicitar facturas en gasolineras, restaurantes y almacenes. Por tanto, será una pérdida de ingresos por IVA y un espacio nuevamente para que no se declaren las ventas y se deduzca el pago de ISR por los empresarios señalados.
4) El crear el pago de 5% sobre utilidades o dividendos en sustitución del Timbre del 3% sobre los mismos, al ser un porcentaje mucho más bajo que El Salvador, Honduras y el que pretende implementar Costa Rica, no tiene por qué ser rechazado por Cacif y la supercúpula económica, especialmente por cuanto el aumento es mucho menor que la rebaja del porcentaje máximo de pago en el ISR. En resumen, es una reforma fiscal injusta, que perjudica a la mayoría.