La Comisión Específica de Asuntos Electorales del Congreso ha venido realizando una serie de foros en los que representantes de sectores han dado sus posturas con respecto a una eventual reforma electoral.
Estos ejercicios han sido buenos, porque a pesar de las diferencias ideológicas, existen muchos puntos comunes que se han ido reconociendo luego de cada exposición. Entre estos puntos están: el fortalecimiento del Tribunal Supremo Electoral a través, la fiscalización del financiamiento de los partidos políticos y la necesidad de mejor representación ciudadana en los cargos de elección pública, especialmente en el Congreso de la República.
Dentro del fortalecimiento del TSE se han mencionado diversas cuestiones que van desde otorgarle herramientas como mejor capacidad de auditar y fiscalizar a los partidos, o castigos más fuertes a los partidos y personas que incumplan con la normativa electoral; hasta cuestiones de fondo como separar las funciones jurisdiccionales de las administrativas del Tribunal, e incluso buscar otorgarle una real superioridad en cuestiones electorales, a fin de que no dependa de otras instituciones dentro de la cadena de justicia.
Relacionado a lo anterior, todos los sectores han coincidido en la necesidad de ponerle una barrera al ingreso de dinero ilegítimo al sistema. En la actualidad hay estudios que calculan que buena parte de los ingresos de partidos políticos podrían provenir de fuentes ilegales como el crimen organizado, narcotráfico y corrupción.
Para fiscalizar de mejor forma los ingresos de los partidos políticos, ha habido posiciones que van desde el hecho de que todo el financiamiento sea público, hasta mantenerlo mixto como en la actualidad pero cambiando algunas reglas del juego, como que sea el TSE quien contrate los espacios en televisión y no los partidos de forma directa. Según estiman algunos analistas, el rubro de la televisión podría ser de alrededor del 80% del gasto de campaña en el caso de algunos partidos.
Finalmente, en cuanto a la representatividad dentro del Congreso de la República, todos coinciden en que con el actual sistema, ninguno de los ciudadanos o muy pocos, se sienten realmente representados por los diputados y ello lleva a hacer más difícil y casi impedir la exigencia de rendición de cuentas por parte de los ciudadanos.
Este es un tema que da mucho de qué hablar, hay posturas radicales que hablan de cuotas o paridad en cuanto a sexo o etnia y posturas relacionadas a las cualidades que debiera tener un ciudadano para poder ser electo como representante. Además, existe un subtema que parte del actual sistema de listas cerradas a través de las cuales elegimos a nuestros diputados; habiendo quienes hablan de simplemente abrir las listas, permitiendo que se vote por el orden de preferencia de los candidatos en un partido, o quienes abogan por la uninominalidad mediante la división de los actuales distritos, para que cada nuevo distrito elija a un solo representante. En lo que todo el mundo está de acuerdo es en que nadie quiere más diputados en el Congreso de los que hay hoy.
Además de lo anterior, ha habido llamados a que las elecciones sean no concurrentes y que los diputados sean electos a la mitad del período presidencial. De esta forma se puede buscar un balance de poderes y partiendo de más responsabilidad de quienes se encuentren gobernando.
Frente a estas posiciones, lo importante es seguir luchando por que se lleve a cabo una reforma integral que aporte al mejoramiento de nuestra clase política y al rescate de las instituciones de la República. Los ciudadanos tenemos que estar al tanto de este proceso para que no quede engavetado como en años anteriores.